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miércoles, 31 de julio de 2013
Monsanto, Gobierno de EE.UU. y Ejército, unidos contra los ecoactivistas
Monsanto podría colaborar con el Ejército y el Gobierno de EE.UU. en su lucha contra los ecoactivistas y los científicos independientes que estudian los efectos adversos de los productos genéticamente modificados, según un periódico alemán.
El informe 'El siniestro grupo Monsanto: Del 'agente naranja' al maíz genéticamente modificado', publicado por el diario alemán 'Süddeutsche Zeitung', decribe cómo los partidarios y exempleados de las compañías transgénicas han declarado una 'ciberguerra' contra los ecoactivistas y los científicos independientes, poniendo como ejemplo la multinacional Monsanto, cuyos empleados a veces ocupaban altos cargos en el Gobierno de EE.UU., instituciones oficiales, y algunos de los cuales tienen estrechos vínculos con el estamento militar e incluso la CIA.
"Un vistazo al mundo de Monsanto demuestra que las empresas que suministraron el pesticida 'agente naranja' a los militares de EE.UU. durante la guerra de Vietnam tenían una estrecha relación con el poder central en Washington, con personas de la esfera de los servicios secretos de EE.UU. y con las compañías privadas de seguros", escriben los autores del informe.
Como ejemplo, los autores citan el caso de una científica australiana, Judy Carman, que fue sometida a fuertes críticas por los partidarios de Monsanto. Los sitios donde aparecieron sus trabajos sobre los organismos genéticamente modificados fueron atacados por 'hackers' que aparentemente tenían nexos con los militares estadounidenses.
"Las evaluaciones de los archivos de registro de propiedad intelectual demuestran que no solo Monsanto visita esas páginas con regularidad, sino también diversas organizaciones del Gobierno de EE.UU., incluidos los militares. Entre estos últimos figuran el Centro Navy Red de Información, la Administración Federal de Aviación y el Centro de Inteligencia del Ejército de EE.UU., una institución del Ejército que instruye a los soldados en la recopilación de información", dice el informe.
Monsanto compromete a EE.UU.
Las empresas de productos transgénicos 'predican' su verdad
Triunfo de Monsanto: luz verde a más herbicida en cultivos
Indignación por la patente de brócoli en manos de Monsanto
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Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/101575-monsanto-gobierno-eeuu-ejercito-ecoactivistas
martes, 30 de julio de 2013
LOS EJÉRCITOS SECRETOS DE LA OTAN (XI) La guerra secreta en los Países Bajos
LOS EJÉRCITOS SECRETOS DE LA OTAN (XI)
La guerra secreta en los Países Bajos
por Daniele Ganser
No se sabe lo que hizo el Gladio en los Países Bajos. Pero, dado su origen nacional y la independencia que caracterizaba a la red neerlandesa, el gobierno nacional reconoció su existencia sin mucha dificultad a raíz del escándalo italiano de 1990 y creyendo que podría negar su subordinación a la OTAN. Ese error en la estrategia de comunicación permitió comprobar oficialmente en los Países Bajos lo que los demás gobiernos europeos se negaron a confirmar: los ejércitos secretos de la OTAN se dedicaron de hecho a subvertir el orden democrático en Europa Occidental. Y su disolución oficial en 1992 no pasa de ser una cortina de humo.
Mientras Somer conformaba su red G7, una segunda organización stay-behind independiente de la primera se estaba construyendo, rodeada del mayor secreto, en los propios Países Bajos. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, la inteligencia neerlandesa, estimulada a ello por el MI6 británico, se había acercado al príncipe Bernhard para sugerirle la creación de una red stay-behind que se encargaría de realizar operaciones de sabotaje. Más bien favorable al proyecto, el príncipe se ocupó de que este fuese puesto en manos del primer director del BVD, Louis Einthoven, Con la aprobación del primer ministro W. Schermerhorn, Einthoven conformó entonces una organización stay-behinddesignada como «O», reclutó y formó agentes y creó escondites de armas [10].
Nacido en 1896, Louis Einthoven había sido oficial superior en la policía de Rotterdam antes de 1939 y había luchado contra la ocupación alemana durante la guerra. Hasta su muerte, en 1937, siguió siendo un orgulloso soldado de la guerra fría, obsesionado con la amenaza comunista. Impuso «controles de seguridad» para verificar la confiabilidad ideológica de los miembros del Gladio neerlandés y de los agentes de su BVD. Su posición a la cabeza del servicio le garantizaba una cobertura ideal para sus funciones altamente secretas de jefe del ejército clandestino. Pero también le dieron sobre todo, durante 16 años, la posibilidad de utilizar a los miembros de su red Gladio dentro del país, sin esperar siquiera que se produjera la supuesta invasión. Einthoven pensaba constantemente que agentes de la Unión Soviética podían llegar a infiltrarse en su ejército secreto y concedía, por lo tanto, gran importancia al contraespionaje. «La doble función de Einthoven como director del BVD y de la red O era, por supuesto, particularmente interesante para nosotros», recuerda un ex miembro del Gladio neerlandés [11]. En efecto, al igual que la mayoría de los servicios secretos internos, el BVD se encargaba de vigilar a ciertos elementos de la sociedad neerlandesa que podían representar una amenaza para el Estado y el gobierno, y se encargaba también de recoger información y vigilar a los movimientos políticos, sobre todo la extrema derecha y la extrema izquierda. Aún hoy no se dispone de ningún documento sobre el ejército secreto de Einthoven y lo que hizo se mantiene en la mayor oscuridad.
Como símbolo de las estrechas relaciones con los británicos, la Rosa de los Tudor figuraba en las insignias del SAZ junto a la divisa de Somer: «Jamás cejaremos». «No teníamos ninguna intención de librar la próxima guerra bajo las órdenes de los británicos» , subrayó sin embargo un ex guerrero holandés de la sombra, orgulloso de su independencia. «Van Lynden era muy inteligente. Nunca habrían podido deshacerse de él. Como tampoco pudieron hacerlo después los americanos cuando empezaron a tener un papel preponderante, a fines de los años 1950. Pero van Lynden comprendía que era necesario cierto consenso entre las partes y, para él, el papel de los jefes era decidir hasta qué punto estaban dispuestos a cooperar, defendiendo a la vez su soberanía» [28]. En reuniones altamente secretas del ACC y del CPC, los órganos de coordinación y mandostay-behind de la OTAN, el Gladio neerlandés I&O trató siempre de aparecer como una entidad dotada de dos ramas que trabajaban en perfecta coordinación. Los neerlandeses estaban acostumbrados a trabajar bajo el control del MI6 y de la CIA. En efecto, al terminar la guerra, el Reino Unido y Estados Unidos habían formalizado su colaboración con los Países Bajos mediante la creación de un foro tripartita bautizado TCH, en el que cada país disponía de un asiento. Paralelamente a la creación de ese comité secreto de coordinación, se había fundado –el 17 de marzo de 1948– el CCUO cuya función era preparar en tiempo de paz al Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo y Francia para una eventual invasión soviética. En abril de 1951, las funciones del CCUO pasaron al CPC, que estaba profundamente integrado a la OTAN y en cuyo seno los servicios secretos de los Países Bajos disponían también de un asiento [29].
Mientras dirigió el Gladio neerlandés, van Lynden promovió activamente los contactos entre los servicios secretos europeos y sus ejércitos secretos e insistió en la necesidad de establecer una cooperación en el marco del establecimiento de vías internacionales de exfiltración y evacuación. Con esa perspectiva, estando ya a la cabeza del ejército en los Países Bajos, el barón viajó incansablemente a través de toda Europa durante muchos años. Sabiendo que diferentes servicios de seguridad apreciaban sus esfuerzos, asumió voluntariamente el papel de primer secretario de CPC. Pero los británicos, que desconfiaban de aquel hombre –cuyas ideas les parecían demasiado liberales– obstaculizaron su nombramiento [30]. En 1957, Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos representados por van Leyden fundaron el Six Powers Lines Committee, que ejercía las mismas funciones de coordinación que el CPC pero ocupándose en específico de las vías internacionales de comunicación y evasión. ElSix Powers Lines Committee se convirtió después en el ACC, fundado en París en 1958. Este nuevo comité se encargó de la coordinación de los ejercicios internacionales del Gladio, que se realizaban con las diferentes redes nacionales en la mayor clandestinidad. Ante la posibilidad de una invasión, el ACC disponía de una base en Estados Unidos y de otra en Gran Bretaña desde donde podían ser activadas y dirigidas las unidades presentes en los territorios ocupados. Manuales impresos por el ACC indicaban a los soldados stay-behind los procedimientos comunes a seguir para las operaciones especiales, la elaboración de mensajes cifrados, las técnicas de salto de frecuencia así como los procedimientos de salto en paracaídas. La presidencia del ACC se renovaba cada 2 años. A través del TCH, del CPC y del ACC, la red Gladio neerlandesa I&O se mantenía por lo tanto en contacto permanente con la CIA y el MI6 [31].
Durante los años 1950, la CIA y el MI6 realizaron numerosas operaciones clandestinas conjuntas, como la que provocó en 1953 la caída del gobierno de Mossadegh, quien había comenzado a redistribuir parte de los ingresos del petróleo a la población iraní. Al mismo tiempo, ambos servicios de inteligencia temían que los comunistas europeos y los servicios secretos soviéticos hiciesen lo mismo en Europa Occidental y daban gran importancia a los ejércitos secretos creados en el Viejo Continente. En 1953, la CIA ordenó a van Lynden la realización de ciertos cambios para hacer que sus unidades fuesen más profesionales. «Es una serie de recomendaciones impresas en gruesos volúmenes azules» que fueron entregados al barón, según recuerda un ex agente. «Van Lynden estudió los documentos cuidadosamente. Contenían información sobre las estrategias de toma del poder que los soviéticos habían aplicado en Europa Oriental. Los ejemplos mostraban el tipo de personas en el que los soviéticos se interesaban especialmente. Era evidente que esos individuos no podían ser reclutados como agentes secretos. Partiendo de ese razonamiento, van Lynden se separó entonces de cierto número de agentes que habían sido reclutados por Somer.» [32]
Pero van Lynden no sólo tuvo que enfrentar las presiones de la CIA. Otras emanaron de los propios servicios de seguridad neerlandeses. En febrero de 1951, el general Kruls, quien había contribuido grandemente a la creación del Gladio en los Países Bajos, como superior de Somer y de van Lynden, fue apartado debido a una serie de divergencias con el ministro de Defensa H. L. Jakob sobre la acción futura y la organización del ejército neerlandés. Para sorpresa y descontento de un importante número de militares, fue el general B.R.P.F. Hasselman quien fue nombrado como sucesor de Kruls en el puesto de jefe del Estado Mayor del ejército neerlandés. Van Lynden detestaba personalmente a Hasselman. Ya antes de la Segunda Guerra Mundial, eran notorias las opiniones pro alemanas de Hasselman. Después de 1945 corrieron rumores de que Hasselman había traicionado a su propio estado mayor antes de la invasión de 1940. Después de la capitulación de los Países Bajos, Hasselman había colaborado con los nazis y exigido a otros oficiales, entre ellos a van Lynden, que hicieran lo mismo. Pero el barón se negó constantemente. En el marco de una operación de consolidación de la ocupación alemana, un gran número de oficiales del ejército neerlandés fueron deportados a campos de prisioneros. Fue en el campo de Stanislau que van Lynden y Hasselman se encontraron. Este último aceptó nuevamente cooperar con los alemanes, lo cual le valió una posición predominante entre los prisioneros. Después de la guerra, Hasselman fue degradado y excluido del ejército por haber colaborado con el enemigo. Pero apeló la decisión y, para sorpresa general, incluso logró ascender en la jerarquía militar, lo cual trajo cierto descrédito al ministerio de Defensa neerlandés.
La guerra secreta en los Países Bajos
por Daniele Ganser
No se sabe lo que hizo el Gladio en los Países Bajos. Pero, dado su origen nacional y la independencia que caracterizaba a la red neerlandesa, el gobierno nacional reconoció su existencia sin mucha dificultad a raíz del escándalo italiano de 1990 y creyendo que podría negar su subordinación a la OTAN. Ese error en la estrategia de comunicación permitió comprobar oficialmente en los Países Bajos lo que los demás gobiernos europeos se negaron a confirmar: los ejércitos secretos de la OTAN se dedicaron de hecho a subvertir el orden democrático en Europa Occidental. Y su disolución oficial en 1992 no pasa de ser una cortina de humo.
La villa Maarheeze, sede de los servicios secretos exteriores (Inlichtingen Buitenland) y del stay-behind neerlandés.
Este artículo es parte de la serie:
«Cuando el juez Felice Casson reveló la existencia del Gladio…»
«Cuando se descubrió el Gladio en los Estados europeos…»
«Gladio: Por qué la OTAN, la CIA y el MI6 siguen negando»
«Las cloacas de Su Majestad»
«La guerra secreta, principal actividad de la política exterior de Washington»
«La guerra secreta en Italia»
«La guerra secreta en Francia»
«La guerra secreta en España»
«La guerra secreta en Portugal»
«La guerra secreta en Bélgica»
Al igual que en la vecina Bélgica, el ejército secreto stay-behind de los Países Bajos tiene su origen en la ocupación que sufrió esa nación durante la Segunda Guerra Mundial. Los Países Bajos, como habrían de deplorar posteriormente los estrategas neerlandeses, no habían establecido ningún tipo de red stay-behind antes de la guerra, por falta de financiamiento, de previsión y también de interés dada la relativa neutralidad neerlandesa. Pero, en mayo de 1940, el ejército alemán invadió el país, viéndose así obligados el gobierno, la familia real neerlandesa y una serie de personalidades privilegiadas a huir de forma precipitada y desordenada hacia Gran Bretaña. La sección de inteligencia del Estado Mayor neerlandés, conocida como GS III, había tardado demasiado en dar la alerta en el momento de la invasión alemana, fracasando así de forma lastimera en lo que constituía su principal misión. La tardía debacle provocó numerosos problemas de funcionamiento en el plano logístico y los ministros que llegaron a Londres en mayo de 1940 enfrentaron enormes dificultades para ponerse a trabajar ya que ni siquiera disponían de numerosos documentos fundamentales. Para muchos, en el seno del ejército y los servicios secretos, era evidente que había que hacer el máximo para evitar en el futuro la repetición de una derrota tan caótica. Y también estaba claro que, en cuanto terminara la guerra, sería necesario emprender los preparativos para hacer frente a una posible nueva invasión.
Después de la precipitada salida del gobierno con destino a Londres, en mayo de 1940, los alemanes ocuparon el territorio neerlandés durante casi 5 años, lo cual constituyó un verdadero trauma en la historia de los Países Bajos. El gobierno refugiado en Gran Bretaña, prácticamente sin ninguna fuente de información digna de confianza sobre la situación del país, envió agentes encargados de recoger datos de inteligencia en los Países Bajos, de organizar la resistencia y de emprender operaciones clandestinas de poca envergadura. Al igual que en Bélgica, aquellas operaciones se realizaban en estrecha cooperación con los británicos, esencialmente con el Special Operations Executive (SOE), de reciente creación. Pero los alemanes lograron penetrar rápidamente aquellas unidades mal preparadas, provocando pérdidas desastrosas. En uno de los mayores fracasos del SOE, agentes alemanes se infiltraron en el famoso Englandspiel, la sección neerlandesa de ese servicio, y tuvieron acceso a los transmisores de radio, y por lo tanto a las comunicaciones.
Durante la guerra, neerlandeses y británicos establecieron estrechos vínculos y Londres ayudó a sus aliados a reorganizar su destruido aparato de inteligencia. Siguiendo los consejos de los británicos, los neerlandeses crearon dos nuevos servicios a principios de los años 1940. El Bureau Inlichtingen (BI) fue creado en noviembre de 1942, con la misión de recoger datos de inteligencia. ElBureau Bijzondere Opdrachten (BBO) debía, por su parte, realizar operaciones especiales. Los agentes del BBO saltaban en paracaídas sobre el territorio ocupado, junto a las unidades especiales del SOE británico. Con la firma del armisticio se produjo el desmantelamiento de los dos servicios neerlandeses. En los años siguientes, sin embargo, la mayor parte de sus efectivos estuvieron directamente implicados en la red stay-behind neerlandesa.
Durante la ocupación, C. L. W. Fock, un miembro del BI, había insistido en que los Países Bajos tendrían que estar en el futuro mejor preparados y que habría que construir obligatoriamente una red stay-behind, antes del estallido de un nuevo conflicto. Su superior, J. M. Somer, director del BI en Londres, también estaba convencido de que sería necesario crear una organización de ese tipo en cuanto terminara la ocupación alemana. «Recuerdo que Somer, Charles van Houten (oficial de enlace entre el BI y la reina Gullermina) y yo mismo estábamos de acuerdo, ya en 1944, en que aquello nunca más podía repetirse», recuerda Fock en una entrevista concedida desde su apartamento de La Haya, a los 87 años. Evocando aquella historia más de 50 años después, Fock testimoniaba: «Al cabo de aquella conversación se hizo evidente que sería preferible que los Países Bajos estuviesen preparados para una nueva guerra. Era necesario emprender acciones en aquel sentido en cuanto fuese posible.» [1]
En el momento de la liberación de los Países Bajos, uno de los hombres más experimentados en materia de operaciones secretas era Somer, el jefe del BI. Antes de la guerra había trabajado para el servicio de inteligencia GS III. Posteriormente se había enrolado en operaciones de resistencia en suelo neerlandés y, en marzo de 1942, había estado a punto de caer en manos del Sicherheitsdienstalemán [2], pero había logrado llegar a Londres al cabo de un largo periplo. Después de la guerra, ascendido al grado de coronel, Somer escribió sus reflexiones sobre las técnicas stay-behind y las presentó al general J. Kruls, al mando del Estado Mayor neerlandés desde noviembre de 1945. La nota de servicio de Somer a Kruls se titulaba: «Las enseñanzas que debemos sacar del periodo 1940-1945 en materia de Inteligencia y de Servicios de Seguridad». Un veterano recuerda que «ese fue uno de los primeros asuntos que Kruls tuvo que atender en sus nuevas funciones de jefe del Estado Mayor». La idea sedujo de inmediato al general. En el libro Vreede of Oorlog [La Paz o la Guerra], que publicó años más tarde –durante la guerra de Corea–, Kruls, gran partidario de las operaciones especiales, subrayaba que era importante conceder «la mayor atención posible a la preparación de acciones clandestinas». Según su visión, Europa occidental tenía que mirar «de frente la dura realidad». En otras palabras, si estallaba una guerra en un futuro próximo, «las operaciones secretas pudieran tener en ella un papel decisivo». [3]
En septiembre de 1945, Somer presentó, con respaldo de Kruls, su plan stay-behind al ministro de Defensa de los Países Bajos, J. Meynen. El plan no insistía en el potencial de un ejército secreto en materia de operaciones especiales y de actos de sabotaje. Pero sugería la creación de una unidad de búsqueda de información «que debería ser capaz de reunir información militar, política y económica y transmitirla por correo o a través de redes de telecomunicaciones» al mando militar basado fuera de las fronteras del país ocupado. Somer explicaba que habría que reclutar hombres y entrenarlos en el uso de las técnicas de comunicación por radio y técnicas de elaboración de mensajes en clave y subrayaba que aquellos hombres no deberían ser miembros de las fuerzas armadas regulares, agregando que sólo así podrían participar en operaciones clandestinas en caso de invasión [4]. El ministro aprobó aquel plan y Somer fue nombrado a la cabeza de la primera red stay-behind de los Países Bajos, con la misión de formar un ejército secreto. Al mismo tiempo, se le puso a cargo de disolver el BI, del que había sido director durante la guerra. Tales atribuciones le proporcionaban la mejor cobertura posible para sus preparativos clandestinos. Unió el nuevo servicio stay-behind al antiguo servicio secreto militar de antes de la guerra –el GS III– y le puso como nombre codificado «GIIIC»
Este artículo es parte de la serie:
«Cuando el juez Felice Casson reveló la existencia del Gladio…»
«Cuando se descubrió el Gladio en los Estados europeos…»
«Gladio: Por qué la OTAN, la CIA y el MI6 siguen negando»
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«La guerra secreta, principal actividad de la política exterior de Washington»
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«La guerra secreta en Bélgica»
Al igual que en la vecina Bélgica, el ejército secreto stay-behind de los Países Bajos tiene su origen en la ocupación que sufrió esa nación durante la Segunda Guerra Mundial. Los Países Bajos, como habrían de deplorar posteriormente los estrategas neerlandeses, no habían establecido ningún tipo de red stay-behind antes de la guerra, por falta de financiamiento, de previsión y también de interés dada la relativa neutralidad neerlandesa. Pero, en mayo de 1940, el ejército alemán invadió el país, viéndose así obligados el gobierno, la familia real neerlandesa y una serie de personalidades privilegiadas a huir de forma precipitada y desordenada hacia Gran Bretaña. La sección de inteligencia del Estado Mayor neerlandés, conocida como GS III, había tardado demasiado en dar la alerta en el momento de la invasión alemana, fracasando así de forma lastimera en lo que constituía su principal misión. La tardía debacle provocó numerosos problemas de funcionamiento en el plano logístico y los ministros que llegaron a Londres en mayo de 1940 enfrentaron enormes dificultades para ponerse a trabajar ya que ni siquiera disponían de numerosos documentos fundamentales. Para muchos, en el seno del ejército y los servicios secretos, era evidente que había que hacer el máximo para evitar en el futuro la repetición de una derrota tan caótica. Y también estaba claro que, en cuanto terminara la guerra, sería necesario emprender los preparativos para hacer frente a una posible nueva invasión.
Después de la precipitada salida del gobierno con destino a Londres, en mayo de 1940, los alemanes ocuparon el territorio neerlandés durante casi 5 años, lo cual constituyó un verdadero trauma en la historia de los Países Bajos. El gobierno refugiado en Gran Bretaña, prácticamente sin ninguna fuente de información digna de confianza sobre la situación del país, envió agentes encargados de recoger datos de inteligencia en los Países Bajos, de organizar la resistencia y de emprender operaciones clandestinas de poca envergadura. Al igual que en Bélgica, aquellas operaciones se realizaban en estrecha cooperación con los británicos, esencialmente con el Special Operations Executive (SOE), de reciente creación. Pero los alemanes lograron penetrar rápidamente aquellas unidades mal preparadas, provocando pérdidas desastrosas. En uno de los mayores fracasos del SOE, agentes alemanes se infiltraron en el famoso Englandspiel, la sección neerlandesa de ese servicio, y tuvieron acceso a los transmisores de radio, y por lo tanto a las comunicaciones.
Durante la guerra, neerlandeses y británicos establecieron estrechos vínculos y Londres ayudó a sus aliados a reorganizar su destruido aparato de inteligencia. Siguiendo los consejos de los británicos, los neerlandeses crearon dos nuevos servicios a principios de los años 1940. El Bureau Inlichtingen (BI) fue creado en noviembre de 1942, con la misión de recoger datos de inteligencia. ElBureau Bijzondere Opdrachten (BBO) debía, por su parte, realizar operaciones especiales. Los agentes del BBO saltaban en paracaídas sobre el territorio ocupado, junto a las unidades especiales del SOE británico. Con la firma del armisticio se produjo el desmantelamiento de los dos servicios neerlandeses. En los años siguientes, sin embargo, la mayor parte de sus efectivos estuvieron directamente implicados en la red stay-behind neerlandesa.
Durante la ocupación, C. L. W. Fock, un miembro del BI, había insistido en que los Países Bajos tendrían que estar en el futuro mejor preparados y que habría que construir obligatoriamente una red stay-behind, antes del estallido de un nuevo conflicto. Su superior, J. M. Somer, director del BI en Londres, también estaba convencido de que sería necesario crear una organización de ese tipo en cuanto terminara la ocupación alemana. «Recuerdo que Somer, Charles van Houten (oficial de enlace entre el BI y la reina Gullermina) y yo mismo estábamos de acuerdo, ya en 1944, en que aquello nunca más podía repetirse», recuerda Fock en una entrevista concedida desde su apartamento de La Haya, a los 87 años. Evocando aquella historia más de 50 años después, Fock testimoniaba: «Al cabo de aquella conversación se hizo evidente que sería preferible que los Países Bajos estuviesen preparados para una nueva guerra. Era necesario emprender acciones en aquel sentido en cuanto fuese posible.» [1]
En el momento de la liberación de los Países Bajos, uno de los hombres más experimentados en materia de operaciones secretas era Somer, el jefe del BI. Antes de la guerra había trabajado para el servicio de inteligencia GS III. Posteriormente se había enrolado en operaciones de resistencia en suelo neerlandés y, en marzo de 1942, había estado a punto de caer en manos del Sicherheitsdienstalemán [2], pero había logrado llegar a Londres al cabo de un largo periplo. Después de la guerra, ascendido al grado de coronel, Somer escribió sus reflexiones sobre las técnicas stay-behind y las presentó al general J. Kruls, al mando del Estado Mayor neerlandés desde noviembre de 1945. La nota de servicio de Somer a Kruls se titulaba: «Las enseñanzas que debemos sacar del periodo 1940-1945 en materia de Inteligencia y de Servicios de Seguridad». Un veterano recuerda que «ese fue uno de los primeros asuntos que Kruls tuvo que atender en sus nuevas funciones de jefe del Estado Mayor». La idea sedujo de inmediato al general. En el libro Vreede of Oorlog [La Paz o la Guerra], que publicó años más tarde –durante la guerra de Corea–, Kruls, gran partidario de las operaciones especiales, subrayaba que era importante conceder «la mayor atención posible a la preparación de acciones clandestinas». Según su visión, Europa occidental tenía que mirar «de frente la dura realidad». En otras palabras, si estallaba una guerra en un futuro próximo, «las operaciones secretas pudieran tener en ella un papel decisivo». [3]
En septiembre de 1945, Somer presentó, con respaldo de Kruls, su plan stay-behind al ministro de Defensa de los Países Bajos, J. Meynen. El plan no insistía en el potencial de un ejército secreto en materia de operaciones especiales y de actos de sabotaje. Pero sugería la creación de una unidad de búsqueda de información «que debería ser capaz de reunir información militar, política y económica y transmitirla por correo o a través de redes de telecomunicaciones» al mando militar basado fuera de las fronteras del país ocupado. Somer explicaba que habría que reclutar hombres y entrenarlos en el uso de las técnicas de comunicación por radio y técnicas de elaboración de mensajes en clave y subrayaba que aquellos hombres no deberían ser miembros de las fuerzas armadas regulares, agregando que sólo así podrían participar en operaciones clandestinas en caso de invasión [4]. El ministro aprobó aquel plan y Somer fue nombrado a la cabeza de la primera red stay-behind de los Países Bajos, con la misión de formar un ejército secreto. Al mismo tiempo, se le puso a cargo de disolver el BI, del que había sido director durante la guerra. Tales atribuciones le proporcionaban la mejor cobertura posible para sus preparativos clandestinos. Unió el nuevo servicio stay-behind al antiguo servicio secreto militar de antes de la guerra –el GS III– y le puso como nombre codificado «GIIIC»
Jan Marginus Somer (1899-1979). Director de los servicios de inteligencia del gobierno neerlandés exilado en Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la ocupación alemana, fundó una red stay-behind que se llamó GIIIC, posteriormente designada G7.
Al cabo de unos meses, Somer comenzó a cuestionar la estructura organizativa. No le gustaba que su red stay-behind dependiera del Estado Mayor. Poco dado a obedecer las órdenes de un jefe de sección, Somer resaltó los riesgos que representaba aquella estructura para el carácter confidencial del proyecto. «La opinión de Somer era que su unidad altamente secreta era indispensable pero que no podía existir oficialmente», analizó el historiador neerlandés Koedijk [5]. Así que en enero de 1948 se decidió que la red stay-behind dejaría de aparecer en el organigrama del ministerio de Defensa y que quedaría en lo adelante bajo el mando directo de Somer. Insistió también para que el cuartel general de la organización abandonara los locales del mando de las fuerzas armadas neerlandesas, que se hallaban en el complejo militar de Prinses Juliana, a medio camino entre La Haya y la localidad de Wassenaar. Somer fue autorizado a buscar un nuevo edificio en los alrededores. Ignorando la necesidad de discreción, Somer optó por la villa Maarheeze, en Wassenaar, una impresionante residencia de original arquitectura construida en 1916 por un hombre de negocios neerlandés que había amasado una fortuna en Indonesia. En mayo de 1945, Somer, que todavía era oficialmente un empleado del BI, se instaló en la villa Maarheeze, a sólo 5 minutos en auto de las oficinas del mando militar. Al año siguiente, aquella residencia se convirtió en sede de la red GIIIC, rápidamente rebautizada G7.
Somer insistía en la primordial importancia de la confidencialidad que tenía que existir alrededor del ejército secreto. Mientras estuvo al mando de la red no aceptó entre sus miembros ningún católico romano ya que el deber de confesión le parecía incompatible con el hecho de ser miembro de un servicio secreto. Al mismo tiempo, Somer se encargaba de que el ejecutivo neerlandés estuviese al tanto de sus proyectos de acciones clandestinas. Asistido por el jefe de Estado Mayor Kruls, Somer expuso la situación al primer ministro Louis Beel cuando este último asumió –en julio de 1946– el cargo, que ocupó hasta 1948. No resultó difícil convencer a Beel del interés que presentaba la creación de una red stay-behind. El nuevo primer ministro dio su consentimiento para las nuevas operaciones especiales, aunque la hipótesis de una invasión soviética le parecía bastante poco probable.
Después del desmantelamiento del BI –garantizado por el propio Somer– sólo quedó en la villa Maarheeze la sede de la red stay-behind G7, que disponía por lo tanto de suficiente espacio para otras ramas del aparato neerlandés de inteligencia. Ya no existían los servicios secretos BI y BBO. Para reemplazarlos se crearon entonces dos nuevos servicios: el servicio secreto interior BVD (Binnenlandse Veiligheidsdienst) y el servicio de inteligencia exterior IDB (Inlichtingen Buitenland) [6]. El primer ministro confió la tarea de conformar el IDB a C.L.W. Fock, quien ya había sido vicedirector del BI en Londres, bajo las órdenes de Somer. Cuando Fock fue nombrado a la cabeza del IDB, Somer le preguntó si quería establecer la sede de su servicio en la villa Maarheeze. Fock aceptó la proposición y el IDB se instaló allí, garantizando el pago del 60% del alquiler. Durante las siguientes décadas, la villa Maarheeze adquirió una reputación como centro de operaciones clandestinas y fue señalada de inmediato en cuanto se descubrió que el IDB había realizado operaciones ilegales dentro del territorio nacional y que mantenido vínculos con los círculos de extrema derecha durante la guerra fría. Cuando se reveló, en 1990, que el ejército secreto Gladio había estado en la misma casa que el IDB, la villa Maarheeze se convirtió en símbolo de intrigas y manipulaciones. El primer ministro Lubbers disolvió el servicio de inteligencia exterior en 1994 y la mayoría de sus funciones pasaron a manos del BVD [7].
El comandante stay-behind Somer se ausentaba a menudo de su cuartel general en la villa Maarheeze debido a sus numerosos viajes a través de todo el país, en busca de reclutas para su ejército secreto. La mayor parte de aquella primera generación de miembros del Gladio neerlandés tenía en común algún tipo de experiencia adquirida durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos de ellos habían sido miembros de las unidades del BBO que habían saltado en paracaídas en territorio ocupado junto a los agentes del SOE británico para realizar operaciones clandestinas. Otros habían sido miembros del la red de resistencia OD (Ordedienst) que el propio Somer había dirigido en la provincia de Brabante Septentrional antes de verse obligado a huir a Londres, en 1942. «Somer recorría todo el país en el marco de su misión», recuerda un ex agente. «Contactó, por ejemplo, a un ex comandante de la unidad clandestina de inteligencia Albrecht. Se veían en habitaciones de hotel, donde discutían las grandes líneas del proyecto.» A primera vista, no es ese el tipo de actividades que uno se imagina que realice personalmente el jefe de una organización súper secreta. Pero como el contacto personal era básico para el funcionamiento de la operación, Somer sostenía obstinadamente que su método era el más productivo, aunque otros agentes reconocen que «pensándolo bien, uno puede –claro está– abrigar dudas sobre los métodos». [8]
Somer mantenía permanentemente contactos secretos con el MI6 y la CIA. Cuando pidió al ministro de Transportes y Energía y al director de Telecomunicaciones una autorización especial para utilizar receptores y transmisores de radio y además una licencia para emitir en ciertas frecuencias que él definía, insistió en que era necesario disponer de un «contacto rápido, secreto e independiente con los representantes ingleses y americanos en el extranjero» [9]. Somer precisó claramente que «las ventajas de tales medios» de comunicación habían sido mencionadas por el Reino Unido y Estados Unidos. El equipamiento solicitado fue instalado de inmediato en la villa Maarheeze.
Al cabo de unos meses, Somer comenzó a cuestionar la estructura organizativa. No le gustaba que su red stay-behind dependiera del Estado Mayor. Poco dado a obedecer las órdenes de un jefe de sección, Somer resaltó los riesgos que representaba aquella estructura para el carácter confidencial del proyecto. «La opinión de Somer era que su unidad altamente secreta era indispensable pero que no podía existir oficialmente», analizó el historiador neerlandés Koedijk [5]. Así que en enero de 1948 se decidió que la red stay-behind dejaría de aparecer en el organigrama del ministerio de Defensa y que quedaría en lo adelante bajo el mando directo de Somer. Insistió también para que el cuartel general de la organización abandonara los locales del mando de las fuerzas armadas neerlandesas, que se hallaban en el complejo militar de Prinses Juliana, a medio camino entre La Haya y la localidad de Wassenaar. Somer fue autorizado a buscar un nuevo edificio en los alrededores. Ignorando la necesidad de discreción, Somer optó por la villa Maarheeze, en Wassenaar, una impresionante residencia de original arquitectura construida en 1916 por un hombre de negocios neerlandés que había amasado una fortuna en Indonesia. En mayo de 1945, Somer, que todavía era oficialmente un empleado del BI, se instaló en la villa Maarheeze, a sólo 5 minutos en auto de las oficinas del mando militar. Al año siguiente, aquella residencia se convirtió en sede de la red GIIIC, rápidamente rebautizada G7.
Somer insistía en la primordial importancia de la confidencialidad que tenía que existir alrededor del ejército secreto. Mientras estuvo al mando de la red no aceptó entre sus miembros ningún católico romano ya que el deber de confesión le parecía incompatible con el hecho de ser miembro de un servicio secreto. Al mismo tiempo, Somer se encargaba de que el ejecutivo neerlandés estuviese al tanto de sus proyectos de acciones clandestinas. Asistido por el jefe de Estado Mayor Kruls, Somer expuso la situación al primer ministro Louis Beel cuando este último asumió –en julio de 1946– el cargo, que ocupó hasta 1948. No resultó difícil convencer a Beel del interés que presentaba la creación de una red stay-behind. El nuevo primer ministro dio su consentimiento para las nuevas operaciones especiales, aunque la hipótesis de una invasión soviética le parecía bastante poco probable.
Después del desmantelamiento del BI –garantizado por el propio Somer– sólo quedó en la villa Maarheeze la sede de la red stay-behind G7, que disponía por lo tanto de suficiente espacio para otras ramas del aparato neerlandés de inteligencia. Ya no existían los servicios secretos BI y BBO. Para reemplazarlos se crearon entonces dos nuevos servicios: el servicio secreto interior BVD (Binnenlandse Veiligheidsdienst) y el servicio de inteligencia exterior IDB (Inlichtingen Buitenland) [6]. El primer ministro confió la tarea de conformar el IDB a C.L.W. Fock, quien ya había sido vicedirector del BI en Londres, bajo las órdenes de Somer. Cuando Fock fue nombrado a la cabeza del IDB, Somer le preguntó si quería establecer la sede de su servicio en la villa Maarheeze. Fock aceptó la proposición y el IDB se instaló allí, garantizando el pago del 60% del alquiler. Durante las siguientes décadas, la villa Maarheeze adquirió una reputación como centro de operaciones clandestinas y fue señalada de inmediato en cuanto se descubrió que el IDB había realizado operaciones ilegales dentro del territorio nacional y que mantenido vínculos con los círculos de extrema derecha durante la guerra fría. Cuando se reveló, en 1990, que el ejército secreto Gladio había estado en la misma casa que el IDB, la villa Maarheeze se convirtió en símbolo de intrigas y manipulaciones. El primer ministro Lubbers disolvió el servicio de inteligencia exterior en 1994 y la mayoría de sus funciones pasaron a manos del BVD [7].
El comandante stay-behind Somer se ausentaba a menudo de su cuartel general en la villa Maarheeze debido a sus numerosos viajes a través de todo el país, en busca de reclutas para su ejército secreto. La mayor parte de aquella primera generación de miembros del Gladio neerlandés tenía en común algún tipo de experiencia adquirida durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos de ellos habían sido miembros de las unidades del BBO que habían saltado en paracaídas en territorio ocupado junto a los agentes del SOE británico para realizar operaciones clandestinas. Otros habían sido miembros del la red de resistencia OD (Ordedienst) que el propio Somer había dirigido en la provincia de Brabante Septentrional antes de verse obligado a huir a Londres, en 1942. «Somer recorría todo el país en el marco de su misión», recuerda un ex agente. «Contactó, por ejemplo, a un ex comandante de la unidad clandestina de inteligencia Albrecht. Se veían en habitaciones de hotel, donde discutían las grandes líneas del proyecto.» A primera vista, no es ese el tipo de actividades que uno se imagina que realice personalmente el jefe de una organización súper secreta. Pero como el contacto personal era básico para el funcionamiento de la operación, Somer sostenía obstinadamente que su método era el más productivo, aunque otros agentes reconocen que «pensándolo bien, uno puede –claro está– abrigar dudas sobre los métodos». [8]
Somer mantenía permanentemente contactos secretos con el MI6 y la CIA. Cuando pidió al ministro de Transportes y Energía y al director de Telecomunicaciones una autorización especial para utilizar receptores y transmisores de radio y además una licencia para emitir en ciertas frecuencias que él definía, insistió en que era necesario disponer de un «contacto rápido, secreto e independiente con los representantes ingleses y americanos en el extranjero» [9]. Somer precisó claramente que «las ventajas de tales medios» de comunicación habían sido mencionadas por el Reino Unido y Estados Unidos. El equipamiento solicitado fue instalado de inmediato en la villa Maarheeze.
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El príncipe Bernhard zur Lippe Biesterfeld (1911-2004). Este príncipe ex nazi fue reciclado por el MI6 británico. Fue el creador de «O», la segunda red stay-behind en los Países Bajos, y del Grupo de Bilderberg.
Mientras Somer conformaba su red G7, una segunda organización stay-behind independiente de la primera se estaba construyendo, rodeada del mayor secreto, en los propios Países Bajos. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, la inteligencia neerlandesa, estimulada a ello por el MI6 británico, se había acercado al príncipe Bernhard para sugerirle la creación de una red stay-behind que se encargaría de realizar operaciones de sabotaje. Más bien favorable al proyecto, el príncipe se ocupó de que este fuese puesto en manos del primer director del BVD, Louis Einthoven, Con la aprobación del primer ministro W. Schermerhorn, Einthoven conformó entonces una organización stay-behinddesignada como «O», reclutó y formó agentes y creó escondites de armas [10].
Nacido en 1896, Louis Einthoven había sido oficial superior en la policía de Rotterdam antes de 1939 y había luchado contra la ocupación alemana durante la guerra. Hasta su muerte, en 1937, siguió siendo un orgulloso soldado de la guerra fría, obsesionado con la amenaza comunista. Impuso «controles de seguridad» para verificar la confiabilidad ideológica de los miembros del Gladio neerlandés y de los agentes de su BVD. Su posición a la cabeza del servicio le garantizaba una cobertura ideal para sus funciones altamente secretas de jefe del ejército clandestino. Pero también le dieron sobre todo, durante 16 años, la posibilidad de utilizar a los miembros de su red Gladio dentro del país, sin esperar siquiera que se produjera la supuesta invasión. Einthoven pensaba constantemente que agentes de la Unión Soviética podían llegar a infiltrarse en su ejército secreto y concedía, por lo tanto, gran importancia al contraespionaje. «La doble función de Einthoven como director del BVD y de la red O era, por supuesto, particularmente interesante para nosotros», recuerda un ex miembro del Gladio neerlandés [11]. En efecto, al igual que la mayoría de los servicios secretos internos, el BVD se encargaba de vigilar a ciertos elementos de la sociedad neerlandesa que podían representar una amenaza para el Estado y el gobierno, y se encargaba también de recoger información y vigilar a los movimientos políticos, sobre todo la extrema derecha y la extrema izquierda. Aún hoy no se dispone de ningún documento sobre el ejército secreto de Einthoven y lo que hizo se mantiene en la mayor oscuridad.
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Louis Einthoven (1896-1979). Jefe de la segunda red stay-behind neerlandesa.
En 1948, los 2 ejércitos secretos neerlandeses –el integrado al BVD y dirigido por Einthoven y el que dirigía Somer desde la villa Maarheeze, concluyeron un acuerdo de cooperación con el MI6. También se elaboró un pacto similar con vistas a una colaboración stay-behindclandestina con la CIA a raíz de la creación de esta última, en 1949. Queda por determinar si, como ha podido observarse en los demás países, aquellos acuerdos ordenaban a los ejércitos secretos de los Países Bajos combatir el comunismo y los partidos políticos de izquierda sin esperar a que se produjera una invasión soviética [12]. Sin embargo, cuando se reveló en 1990 la existencia de la red stay-behind, aquellos arreglos secretos fueron enérgicamente denunciados en el país, que comenzó a preguntarse si el MI6 y la CIA habían controlado el ejército secreto, hipótesis intolerable para la gran mayoría de los políticos neerlandeses, preocupados por la soberanía de su país. En 1992, un ex miembro del Gladio de los Países Bajos, quien prefirió conservar el anonimato, sostuvo que, a pesar de sus contactos regulares con Londres y Washington, los ejércitos secretos neerlandeses siempre habían mantenido su soberanía: «Ni los servicios secretos británicos ni sus homólogos americanos tenían la posibilidad de localizar un agente de nuestra red stay-behind. Y así tenía que ser. Si hubiésemos permitido a los británicos, por ejemplo, utilizar la red ya nadie hubiese querido ser miembro de ella» [13]. Otro ex agente neerlandés afirmó en 1990 que «La CIA sólo tenía una vaga idea de las capacidades de la red stay-behind en nuestro país» [14]. A pesar de esas afirmaciones corrió el rumor de que la identidad súper secreta de los guerreros de las sombras de todos los países de Europa Occidental, y por lo tanto de los neerlandeses, era información conocida para la CIA y el MI6.
En 1948, importantes acontecimientos ocurridos en el exterior obligaron al comandante Somer a renunciar a sus actividades stay-behind en los Países Bajos. Indonesia, la más rica y antigua colonia neerlandesa, había emprendido una lucha sin cuartel por su independencia, al igual que gran número de colonias europeas. Por orden del general Spoor, el especialista en operaciones especiales Somer viajó por lo tanto al Extremo Oriente y, hacia el fin de la primavera, fue nombrado director del temido NEFIS, los servicios secretos militares neerlandeses en Indonesia. El NEFIS realizó operaciones clandestinas de excepcional violencia, sin lograr por ello impedir que Indonesia alcanzara la independencia en 1949. Somer regresó entonces a los Países Bajos, donde escribió un libro sobre «su» servicio secreto, el BI, y sus memorias sobre la guerra. Publicado en 1950, con el título Zij sprongen buj nacht [Saltaban de noche], el libro de Somer contenía los nombres de numerosos agentes y relataba varias operaciones clandestinas, indiscreciones que el ministerio de Defensa le reprochó.
«El gobierno no sabía nada», afirmó un ex miembro del Gladio, insistiendo en el carácter altamente secreto de las redes stay-behindneerlandesas. Agregó que «sólo unos pocos secretarios generales dentro del ejecutivo conocían el secreto ya que sus superiores a nivel ministerial tenían que cambiar periódicamente» [15]. Los indicios disponibles sugieren que entre los responsables al tanto de la existencia del ejército secreto estuvieron los primeros ministros, los ministros de Defensa y los secretarios generales considerados dignos de confianza por los comandantes stay-behind así como los jefes de estado mayor y los directores de los servicios de inteligencia internos. «Los políticos hacen a veces selecciones extrañas con sus nominaciones», observó otro agente stay-behindque conservó el anonimato. «Pero es perfectamente lógico que un alto responsable que asume sus funciones sea puesto al tanto de todo. Sin embargo, cuando se trata de temas sensibles, los funcionarios hacen una excepción y esperan a ver con quién están tratando», agregó [16]. Se mantenía en la ignorancia al parlamento y sus comisiones especiales. Ni siquiera la «Comisión permanente para los servicios secretos y de seguridad», que estaba obligada a respetar reglas de confidencialidad, ni la «Comisión ministerial a cargo de los servicios secretos y de seguridad» del parlamento neerlandés fueron informadas sobre la existencia de las redes stay-behind antes de las revelaciones de 1990 [17].
Después de la partida de Somer fue el barón J.J.L. van Lynden, un instructor de caballería neerlandesa de 35 años, el designado como nuevo comandante stay-behind. No había sido fácil encontrar sucesor para Somer. La mayoría de los ex miembros del BI habían rechazado el puesto porque conocían demasiado bien las complicaciones y situaciones embarazosas que implicaba el hecho de tener que llevar una doble vida. Cuando el barón van Lynden reemplazó oficialmente a Somer como jefe de la red G7, el 1º de junio de 1948, aquello sorprendió a todos en el sector de la inteligencia. Contrariamente a su predecesor, van Lynden carecía de experiencia en la materia. La proposición venía del director del IDB, Fock, quien, 40 años después, comentó «Estoy bastante orgulloso de aquel descubrimiento», al elogiar el carácter del comandante delstay-behind [18]. El prestigio de van Lynden residía en su pasado de miembro de la resistencia. En 1940 había estado entre los alrededor de 50 oficiales superiores neerlandeses que se habían negado a comprometerse con los alemanes a abstenerse de actuar en contra de la ocupación, lo que le había valido ser internado en un campo de prisioneros de guerra. En la cárcel de Stanislai, en Polonia, había conocido al héroe de guerra británico Airey Neave, con quien se había mantenido en contacto después del fin del conflicto. Después de 1945, y hasta su muerte en un atentado del IRA que hizo estallar su auto en un área de estacionamiento del parlamento británico en marzo de 1979, Neave dirigió a los miembros del SAS (Special Air Service) que se entrenaron en numerosas ocasiones con los ejércitos secretos de Europa. En el momento de su nominación a la cabeza de la red stay-behind, el barón van Lynden trabajaba para el ya mencionado príncipe Bernhard. Las relaciones que mantuvo con la reina y con la caballería le proporcionaron una cobertura muy útil para función clandestina como comandante del ejército secreto en los Países Bajos. En 1951 fue nombrado edecán de la reina, a quien visitaba varias veces por semana en el Palacio de La Haya. El barón era un jinete experimentado, pasión que compartía con el príncipe Bernhard. En 1951, llegó a ganar en La Haya un título de campeón de equitación de los Países Bajos. Cuatro años después fue miembro del equipo neerlandés que ganó el concurso internacional de salto con obstáculos en Rotterdam, título del que estaba especialmente orgulloso.
A pesar de que su llegada suscitó cierto escepticismo, van Lynden se integró rápidamente al mundo de la inteligencia. «Tenía un talento natural para las cuestiones de seguridad», recordó uno de sus admiradores. Quienes lo conocieron en el marco de su trabajo lo describen como un hombre con una personalidad fuerte pero amistoso en el que se conjugaban «temperamento, conocimientos y habilidad». Durante sus años de detención, van Lynden había «estudiado» con una mujer que fue más tarde profesora de filosofía y había así desarrollado un comportamiento estoico y flemático bastante poco común en el ejército y en el mundo de los servicios secretos [19]. Cuando comenzaron las preguntas sobre lo que hacía el misterioso grupo G7 en la villa Maarheeze, cerca de las oficinas del IDB de Fock, el barón decidió –el 1º de julio de 1949– cambiar la denominación de su servicio por la de SAZ (Sectie Algemene Zaken), en español Sección de Asuntos Generales, que le parecía menos propensa a levantar sospechas. Van Lynden pensaba también que, después de una invasión, a los soviéticos no les costaría mucho trabajo identificar a los miembros de las antiguas redes de resistencia y de los servicios secretos. Así que se fijó como tarea el reclutamiento de nuevas caras con nombres hasta entonces ignorados, reemplazando a la mayor parte de los ex colaboradores de Somer por perfectos desconocidos.
Mientras ocupó sus funciones, van Lynden insistió en obtener más dinero con que comprar equipamiento técnico para su red stay-behind. Los sistemas de comunicación eran particularmente costosos. El jefe de Estado Mayor Kruls ya había pedido aquel financiamiento en 1946. El dinero llegó finalmente, en 1948, cuando van Lynden ya había sustituido a Somer a la cabeza del SAZ y nuevas tecnologías fueron así desarrolladas en colaboración con el departamento de investigación de la firma Phillips. A cambio de aquella cooperación, van Lynden garantizaba que los técnicos de la empresa neerlandesa implicados en el proyecto no fuesen enviados a los campos de batalla en Indonesia [20].
Sorprendentemente, el barón que dirigía la red stay-behind SAZ nada sabía de la segunda y más secreta organización que dirigía su compatriota Einthowen, el director del BVD. A tal punto que fueron los británicos quienes informaron a van Lynden, durante un viaje del barón a Londres, que existía en los Países Bajos una segunda redstay-behind paralela bajo las órdenes de Einthoven [21]. Muy sorprendido, el barón recomendó inmediatamente coordinar los dos ejércitos secretos para evitar posibles complicaciones. Su recomendación fue escuchada: el SAZ de van Lynden y la redstay-behind de Einthoven se fundieron en una sola para formar el ejército secreto I&O (Intelligence & Operations), designación bajo la cual se reveló su existencia en 1990. Pero las dos ramas siguieron funcionando por separado. La red SAZ fue rápidamente rebautizada unidad I mientras que la de Einthoven se convertía en unidad O. Según algunas fuentes internas, a Einthoven –que seguía su propio plan secreto– le molestaba tener que trabajar con el SAZ de van Lynden y mientras estuvo a la cabeza de la unidad O la cooperación entre la sección Inteligencia y la sección Operaciones fue más bien excepcional [22].
Conforme a lo decidido en secreto con los británicos, la misión fundamental de I&O era hacer el papel de stay-behind en caso de ocupación de los Países Bajos. «La impresión general era que todos [británicos y neerlandeses] estábamos atravesando tiempos difíciles y que los británicos resolverían el problema gracias a su experiencia en la materia», recuerda un ex agente neerlandés [23]. Dentro de la red stay-behind de los Países Bajos existía una división de tareas. La unidad I de van Lynden debía encargarse de recoger la información de inteligencia y de transmitirla desde las zonas ocupadas así como del manejo de las bases de exilio y de las operaciones de evacuación de la familia real, del gobierno y de los agentes del aparato de seguridad, incluyendo el personal de I&O. La unidad O de Einthoven debía, por su parte, ocuparse de la realización de las misiones de sabotaje y de guerrilla, fortalecer las redes de combatientes locales y crear un nuevo movimiento de resistencia. Pero también tenía como misión alertar a la población, en tiempo de paz, sobre la amenaza que representaban los comunistas. La unidad O se entrenaba, por lo tanto, para la realización de las operaciones especiales, utilizando para ello armas y explosivos y disponía de sus propios escondites de armas [24]. La mayoría de los costos que generaba la red stay-behind se cubrían con un presupuesto secreto del ministerio de Defensa y el control de los gastos lo realizaba personalmente el presidente del Algemene Rekenkamer (equivalente neerlandés del Tribunal de Cuentas).
Mientras se mantuvo en el cargo, van Lynden buscó afanosamente un lugar de exilio donde, en caso de invasión, su SAZ pudiese llevar al gobierno neerlandés y una serie de personalidades previamente escogidas. Inglaterra, que había sido un refugio seguro durante la Segunda Guerra Mundial, ya no ofrecía las mismas garantías de seguridad en caso de nuevo conflicto. Van Lynden prosiguió la búsqueda por mucho tiempo y decidió finalmente que, en Europa, sólo el Reino Unido y la Península Ibérica presentaban condiciones aceptables. En América, puso en su lista la colonia de Curazao, en las Antillas Neerlandesas, así como Estados Unidos y Canadá. A principios de los años 1950 viajó varias veces a Estados Unidos. El lugar que buscaba no podía estar cerca de una instalación estratégica, como una zona industrial o militar, que pudiese ser blanco de los soviéticos. Aunque se ignora el lugar preciso, se sabe que van Lynden halló finalmente donde instalar su base y que se emprendió la duplicación de importantes documentos del ejecutivo neerlandés para almacenarlos allí. El cuartel general de la red stay-behind de los Países Bajos en Estados Unidos se había instalado con el consentimiento de la CIA. Un ex responsable neerlandés recuerda la reticencia de la agencia estadounidense en cuanto al asunto: «Hablaremos de eso cuando llegue el momento», fue según él la respuesta en los primeros contactos. «Pero nosotros insistimos en hablar de aquello inmediatamente. Al cabo de unos meses, la CIA finalmente aceptó darnos lo que pedíamos», lo cual dio lugar a la creación en Estados Unidos de un centro de mando del Gladio neerlandés [25].
Van Lynden estableció también un refugio en España, donde reinaba en aquel entonces el dictador Franco. «Si él hubiese aceptado, habríamos construido nuestra base en la casa misma de Franco», recuerda un ex guerrero de la sombra [26]. El comandantestay-behind van Lynden convenció a su homólogo Einthoven de realizar aquella misión. Disfrazado de turista, Einthoven viajó a España en 1959 y estableció allí una base con ayuda de los contactos del ex embajador de los Países Bajos en Madrid, W. Cnoop Koopmans. Los elementos disponibles al respecto son muy fragmentarios, pero parece que contactos similares se establecieron con Canadá y Gran Bretaña. Los preparativos con vista a una evacuación en caso de que el país fuese invadido se tomaban muy en serio y para ello se movilizaron especialmente navíos y aviones. «Yo recuerdo que hacia 1950 tuve que inspeccionar una buena cantidad de yates para verificar si estaban en condiciones de navegar», declaró un ex miembro de la la Marina de Guerra neerlandesa y ex oficial stay-behind después de las revelaciones de 1990. [27]
En 1948, los 2 ejércitos secretos neerlandeses –el integrado al BVD y dirigido por Einthoven y el que dirigía Somer desde la villa Maarheeze, concluyeron un acuerdo de cooperación con el MI6. También se elaboró un pacto similar con vistas a una colaboración stay-behindclandestina con la CIA a raíz de la creación de esta última, en 1949. Queda por determinar si, como ha podido observarse en los demás países, aquellos acuerdos ordenaban a los ejércitos secretos de los Países Bajos combatir el comunismo y los partidos políticos de izquierda sin esperar a que se produjera una invasión soviética [12]. Sin embargo, cuando se reveló en 1990 la existencia de la red stay-behind, aquellos arreglos secretos fueron enérgicamente denunciados en el país, que comenzó a preguntarse si el MI6 y la CIA habían controlado el ejército secreto, hipótesis intolerable para la gran mayoría de los políticos neerlandeses, preocupados por la soberanía de su país. En 1992, un ex miembro del Gladio de los Países Bajos, quien prefirió conservar el anonimato, sostuvo que, a pesar de sus contactos regulares con Londres y Washington, los ejércitos secretos neerlandeses siempre habían mantenido su soberanía: «Ni los servicios secretos británicos ni sus homólogos americanos tenían la posibilidad de localizar un agente de nuestra red stay-behind. Y así tenía que ser. Si hubiésemos permitido a los británicos, por ejemplo, utilizar la red ya nadie hubiese querido ser miembro de ella» [13]. Otro ex agente neerlandés afirmó en 1990 que «La CIA sólo tenía una vaga idea de las capacidades de la red stay-behind en nuestro país» [14]. A pesar de esas afirmaciones corrió el rumor de que la identidad súper secreta de los guerreros de las sombras de todos los países de Europa Occidental, y por lo tanto de los neerlandeses, era información conocida para la CIA y el MI6.
En 1948, importantes acontecimientos ocurridos en el exterior obligaron al comandante Somer a renunciar a sus actividades stay-behind en los Países Bajos. Indonesia, la más rica y antigua colonia neerlandesa, había emprendido una lucha sin cuartel por su independencia, al igual que gran número de colonias europeas. Por orden del general Spoor, el especialista en operaciones especiales Somer viajó por lo tanto al Extremo Oriente y, hacia el fin de la primavera, fue nombrado director del temido NEFIS, los servicios secretos militares neerlandeses en Indonesia. El NEFIS realizó operaciones clandestinas de excepcional violencia, sin lograr por ello impedir que Indonesia alcanzara la independencia en 1949. Somer regresó entonces a los Países Bajos, donde escribió un libro sobre «su» servicio secreto, el BI, y sus memorias sobre la guerra. Publicado en 1950, con el título Zij sprongen buj nacht [Saltaban de noche], el libro de Somer contenía los nombres de numerosos agentes y relataba varias operaciones clandestinas, indiscreciones que el ministerio de Defensa le reprochó.
«El gobierno no sabía nada», afirmó un ex miembro del Gladio, insistiendo en el carácter altamente secreto de las redes stay-behindneerlandesas. Agregó que «sólo unos pocos secretarios generales dentro del ejecutivo conocían el secreto ya que sus superiores a nivel ministerial tenían que cambiar periódicamente» [15]. Los indicios disponibles sugieren que entre los responsables al tanto de la existencia del ejército secreto estuvieron los primeros ministros, los ministros de Defensa y los secretarios generales considerados dignos de confianza por los comandantes stay-behind así como los jefes de estado mayor y los directores de los servicios de inteligencia internos. «Los políticos hacen a veces selecciones extrañas con sus nominaciones», observó otro agente stay-behindque conservó el anonimato. «Pero es perfectamente lógico que un alto responsable que asume sus funciones sea puesto al tanto de todo. Sin embargo, cuando se trata de temas sensibles, los funcionarios hacen una excepción y esperan a ver con quién están tratando», agregó [16]. Se mantenía en la ignorancia al parlamento y sus comisiones especiales. Ni siquiera la «Comisión permanente para los servicios secretos y de seguridad», que estaba obligada a respetar reglas de confidencialidad, ni la «Comisión ministerial a cargo de los servicios secretos y de seguridad» del parlamento neerlandés fueron informadas sobre la existencia de las redes stay-behind antes de las revelaciones de 1990 [17].
Después de la partida de Somer fue el barón J.J.L. van Lynden, un instructor de caballería neerlandesa de 35 años, el designado como nuevo comandante stay-behind. No había sido fácil encontrar sucesor para Somer. La mayoría de los ex miembros del BI habían rechazado el puesto porque conocían demasiado bien las complicaciones y situaciones embarazosas que implicaba el hecho de tener que llevar una doble vida. Cuando el barón van Lynden reemplazó oficialmente a Somer como jefe de la red G7, el 1º de junio de 1948, aquello sorprendió a todos en el sector de la inteligencia. Contrariamente a su predecesor, van Lynden carecía de experiencia en la materia. La proposición venía del director del IDB, Fock, quien, 40 años después, comentó «Estoy bastante orgulloso de aquel descubrimiento», al elogiar el carácter del comandante delstay-behind [18]. El prestigio de van Lynden residía en su pasado de miembro de la resistencia. En 1940 había estado entre los alrededor de 50 oficiales superiores neerlandeses que se habían negado a comprometerse con los alemanes a abstenerse de actuar en contra de la ocupación, lo que le había valido ser internado en un campo de prisioneros de guerra. En la cárcel de Stanislai, en Polonia, había conocido al héroe de guerra británico Airey Neave, con quien se había mantenido en contacto después del fin del conflicto. Después de 1945, y hasta su muerte en un atentado del IRA que hizo estallar su auto en un área de estacionamiento del parlamento británico en marzo de 1979, Neave dirigió a los miembros del SAS (Special Air Service) que se entrenaron en numerosas ocasiones con los ejércitos secretos de Europa. En el momento de su nominación a la cabeza de la red stay-behind, el barón van Lynden trabajaba para el ya mencionado príncipe Bernhard. Las relaciones que mantuvo con la reina y con la caballería le proporcionaron una cobertura muy útil para función clandestina como comandante del ejército secreto en los Países Bajos. En 1951 fue nombrado edecán de la reina, a quien visitaba varias veces por semana en el Palacio de La Haya. El barón era un jinete experimentado, pasión que compartía con el príncipe Bernhard. En 1951, llegó a ganar en La Haya un título de campeón de equitación de los Países Bajos. Cuatro años después fue miembro del equipo neerlandés que ganó el concurso internacional de salto con obstáculos en Rotterdam, título del que estaba especialmente orgulloso.
A pesar de que su llegada suscitó cierto escepticismo, van Lynden se integró rápidamente al mundo de la inteligencia. «Tenía un talento natural para las cuestiones de seguridad», recordó uno de sus admiradores. Quienes lo conocieron en el marco de su trabajo lo describen como un hombre con una personalidad fuerte pero amistoso en el que se conjugaban «temperamento, conocimientos y habilidad». Durante sus años de detención, van Lynden había «estudiado» con una mujer que fue más tarde profesora de filosofía y había así desarrollado un comportamiento estoico y flemático bastante poco común en el ejército y en el mundo de los servicios secretos [19]. Cuando comenzaron las preguntas sobre lo que hacía el misterioso grupo G7 en la villa Maarheeze, cerca de las oficinas del IDB de Fock, el barón decidió –el 1º de julio de 1949– cambiar la denominación de su servicio por la de SAZ (Sectie Algemene Zaken), en español Sección de Asuntos Generales, que le parecía menos propensa a levantar sospechas. Van Lynden pensaba también que, después de una invasión, a los soviéticos no les costaría mucho trabajo identificar a los miembros de las antiguas redes de resistencia y de los servicios secretos. Así que se fijó como tarea el reclutamiento de nuevas caras con nombres hasta entonces ignorados, reemplazando a la mayor parte de los ex colaboradores de Somer por perfectos desconocidos.
Mientras ocupó sus funciones, van Lynden insistió en obtener más dinero con que comprar equipamiento técnico para su red stay-behind. Los sistemas de comunicación eran particularmente costosos. El jefe de Estado Mayor Kruls ya había pedido aquel financiamiento en 1946. El dinero llegó finalmente, en 1948, cuando van Lynden ya había sustituido a Somer a la cabeza del SAZ y nuevas tecnologías fueron así desarrolladas en colaboración con el departamento de investigación de la firma Phillips. A cambio de aquella cooperación, van Lynden garantizaba que los técnicos de la empresa neerlandesa implicados en el proyecto no fuesen enviados a los campos de batalla en Indonesia [20].
Sorprendentemente, el barón que dirigía la red stay-behind SAZ nada sabía de la segunda y más secreta organización que dirigía su compatriota Einthowen, el director del BVD. A tal punto que fueron los británicos quienes informaron a van Lynden, durante un viaje del barón a Londres, que existía en los Países Bajos una segunda redstay-behind paralela bajo las órdenes de Einthoven [21]. Muy sorprendido, el barón recomendó inmediatamente coordinar los dos ejércitos secretos para evitar posibles complicaciones. Su recomendación fue escuchada: el SAZ de van Lynden y la redstay-behind de Einthoven se fundieron en una sola para formar el ejército secreto I&O (Intelligence & Operations), designación bajo la cual se reveló su existencia en 1990. Pero las dos ramas siguieron funcionando por separado. La red SAZ fue rápidamente rebautizada unidad I mientras que la de Einthoven se convertía en unidad O. Según algunas fuentes internas, a Einthoven –que seguía su propio plan secreto– le molestaba tener que trabajar con el SAZ de van Lynden y mientras estuvo a la cabeza de la unidad O la cooperación entre la sección Inteligencia y la sección Operaciones fue más bien excepcional [22].
Conforme a lo decidido en secreto con los británicos, la misión fundamental de I&O era hacer el papel de stay-behind en caso de ocupación de los Países Bajos. «La impresión general era que todos [británicos y neerlandeses] estábamos atravesando tiempos difíciles y que los británicos resolverían el problema gracias a su experiencia en la materia», recuerda un ex agente neerlandés [23]. Dentro de la red stay-behind de los Países Bajos existía una división de tareas. La unidad I de van Lynden debía encargarse de recoger la información de inteligencia y de transmitirla desde las zonas ocupadas así como del manejo de las bases de exilio y de las operaciones de evacuación de la familia real, del gobierno y de los agentes del aparato de seguridad, incluyendo el personal de I&O. La unidad O de Einthoven debía, por su parte, ocuparse de la realización de las misiones de sabotaje y de guerrilla, fortalecer las redes de combatientes locales y crear un nuevo movimiento de resistencia. Pero también tenía como misión alertar a la población, en tiempo de paz, sobre la amenaza que representaban los comunistas. La unidad O se entrenaba, por lo tanto, para la realización de las operaciones especiales, utilizando para ello armas y explosivos y disponía de sus propios escondites de armas [24]. La mayoría de los costos que generaba la red stay-behind se cubrían con un presupuesto secreto del ministerio de Defensa y el control de los gastos lo realizaba personalmente el presidente del Algemene Rekenkamer (equivalente neerlandés del Tribunal de Cuentas).
Mientras se mantuvo en el cargo, van Lynden buscó afanosamente un lugar de exilio donde, en caso de invasión, su SAZ pudiese llevar al gobierno neerlandés y una serie de personalidades previamente escogidas. Inglaterra, que había sido un refugio seguro durante la Segunda Guerra Mundial, ya no ofrecía las mismas garantías de seguridad en caso de nuevo conflicto. Van Lynden prosiguió la búsqueda por mucho tiempo y decidió finalmente que, en Europa, sólo el Reino Unido y la Península Ibérica presentaban condiciones aceptables. En América, puso en su lista la colonia de Curazao, en las Antillas Neerlandesas, así como Estados Unidos y Canadá. A principios de los años 1950 viajó varias veces a Estados Unidos. El lugar que buscaba no podía estar cerca de una instalación estratégica, como una zona industrial o militar, que pudiese ser blanco de los soviéticos. Aunque se ignora el lugar preciso, se sabe que van Lynden halló finalmente donde instalar su base y que se emprendió la duplicación de importantes documentos del ejecutivo neerlandés para almacenarlos allí. El cuartel general de la red stay-behind de los Países Bajos en Estados Unidos se había instalado con el consentimiento de la CIA. Un ex responsable neerlandés recuerda la reticencia de la agencia estadounidense en cuanto al asunto: «Hablaremos de eso cuando llegue el momento», fue según él la respuesta en los primeros contactos. «Pero nosotros insistimos en hablar de aquello inmediatamente. Al cabo de unos meses, la CIA finalmente aceptó darnos lo que pedíamos», lo cual dio lugar a la creación en Estados Unidos de un centro de mando del Gladio neerlandés [25].
Van Lynden estableció también un refugio en España, donde reinaba en aquel entonces el dictador Franco. «Si él hubiese aceptado, habríamos construido nuestra base en la casa misma de Franco», recuerda un ex guerrero de la sombra [26]. El comandantestay-behind van Lynden convenció a su homólogo Einthoven de realizar aquella misión. Disfrazado de turista, Einthoven viajó a España en 1959 y estableció allí una base con ayuda de los contactos del ex embajador de los Países Bajos en Madrid, W. Cnoop Koopmans. Los elementos disponibles al respecto son muy fragmentarios, pero parece que contactos similares se establecieron con Canadá y Gran Bretaña. Los preparativos con vista a una evacuación en caso de que el país fuese invadido se tomaban muy en serio y para ello se movilizaron especialmente navíos y aviones. «Yo recuerdo que hacia 1950 tuve que inspeccionar una buena cantidad de yates para verificar si estaban en condiciones de navegar», declaró un ex miembro de la la Marina de Guerra neerlandesa y ex oficial stay-behind después de las revelaciones de 1990. [27]
Como símbolo de las estrechas relaciones con los británicos, la Rosa de los Tudor figuraba en las insignias del SAZ junto a la divisa de Somer: «Jamás cejaremos». «No teníamos ninguna intención de librar la próxima guerra bajo las órdenes de los británicos» , subrayó sin embargo un ex guerrero holandés de la sombra, orgulloso de su independencia. «Van Lynden era muy inteligente. Nunca habrían podido deshacerse de él. Como tampoco pudieron hacerlo después los americanos cuando empezaron a tener un papel preponderante, a fines de los años 1950. Pero van Lynden comprendía que era necesario cierto consenso entre las partes y, para él, el papel de los jefes era decidir hasta qué punto estaban dispuestos a cooperar, defendiendo a la vez su soberanía» [28]. En reuniones altamente secretas del ACC y del CPC, los órganos de coordinación y mandostay-behind de la OTAN, el Gladio neerlandés I&O trató siempre de aparecer como una entidad dotada de dos ramas que trabajaban en perfecta coordinación. Los neerlandeses estaban acostumbrados a trabajar bajo el control del MI6 y de la CIA. En efecto, al terminar la guerra, el Reino Unido y Estados Unidos habían formalizado su colaboración con los Países Bajos mediante la creación de un foro tripartita bautizado TCH, en el que cada país disponía de un asiento. Paralelamente a la creación de ese comité secreto de coordinación, se había fundado –el 17 de marzo de 1948– el CCUO cuya función era preparar en tiempo de paz al Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo y Francia para una eventual invasión soviética. En abril de 1951, las funciones del CCUO pasaron al CPC, que estaba profundamente integrado a la OTAN y en cuyo seno los servicios secretos de los Países Bajos disponían también de un asiento [29].
Mientras dirigió el Gladio neerlandés, van Lynden promovió activamente los contactos entre los servicios secretos europeos y sus ejércitos secretos e insistió en la necesidad de establecer una cooperación en el marco del establecimiento de vías internacionales de exfiltración y evacuación. Con esa perspectiva, estando ya a la cabeza del ejército en los Países Bajos, el barón viajó incansablemente a través de toda Europa durante muchos años. Sabiendo que diferentes servicios de seguridad apreciaban sus esfuerzos, asumió voluntariamente el papel de primer secretario de CPC. Pero los británicos, que desconfiaban de aquel hombre –cuyas ideas les parecían demasiado liberales– obstaculizaron su nombramiento [30]. En 1957, Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos representados por van Leyden fundaron el Six Powers Lines Committee, que ejercía las mismas funciones de coordinación que el CPC pero ocupándose en específico de las vías internacionales de comunicación y evasión. ElSix Powers Lines Committee se convirtió después en el ACC, fundado en París en 1958. Este nuevo comité se encargó de la coordinación de los ejercicios internacionales del Gladio, que se realizaban con las diferentes redes nacionales en la mayor clandestinidad. Ante la posibilidad de una invasión, el ACC disponía de una base en Estados Unidos y de otra en Gran Bretaña desde donde podían ser activadas y dirigidas las unidades presentes en los territorios ocupados. Manuales impresos por el ACC indicaban a los soldados stay-behind los procedimientos comunes a seguir para las operaciones especiales, la elaboración de mensajes cifrados, las técnicas de salto de frecuencia así como los procedimientos de salto en paracaídas. La presidencia del ACC se renovaba cada 2 años. A través del TCH, del CPC y del ACC, la red Gladio neerlandesa I&O se mantenía por lo tanto en contacto permanente con la CIA y el MI6 [31].
Durante los años 1950, la CIA y el MI6 realizaron numerosas operaciones clandestinas conjuntas, como la que provocó en 1953 la caída del gobierno de Mossadegh, quien había comenzado a redistribuir parte de los ingresos del petróleo a la población iraní. Al mismo tiempo, ambos servicios de inteligencia temían que los comunistas europeos y los servicios secretos soviéticos hiciesen lo mismo en Europa Occidental y daban gran importancia a los ejércitos secretos creados en el Viejo Continente. En 1953, la CIA ordenó a van Lynden la realización de ciertos cambios para hacer que sus unidades fuesen más profesionales. «Es una serie de recomendaciones impresas en gruesos volúmenes azules» que fueron entregados al barón, según recuerda un ex agente. «Van Lynden estudió los documentos cuidadosamente. Contenían información sobre las estrategias de toma del poder que los soviéticos habían aplicado en Europa Oriental. Los ejemplos mostraban el tipo de personas en el que los soviéticos se interesaban especialmente. Era evidente que esos individuos no podían ser reclutados como agentes secretos. Partiendo de ese razonamiento, van Lynden se separó entonces de cierto número de agentes que habían sido reclutados por Somer.» [32]
Pero van Lynden no sólo tuvo que enfrentar las presiones de la CIA. Otras emanaron de los propios servicios de seguridad neerlandeses. En febrero de 1951, el general Kruls, quien había contribuido grandemente a la creación del Gladio en los Países Bajos, como superior de Somer y de van Lynden, fue apartado debido a una serie de divergencias con el ministro de Defensa H. L. Jakob sobre la acción futura y la organización del ejército neerlandés. Para sorpresa y descontento de un importante número de militares, fue el general B.R.P.F. Hasselman quien fue nombrado como sucesor de Kruls en el puesto de jefe del Estado Mayor del ejército neerlandés. Van Lynden detestaba personalmente a Hasselman. Ya antes de la Segunda Guerra Mundial, eran notorias las opiniones pro alemanas de Hasselman. Después de 1945 corrieron rumores de que Hasselman había traicionado a su propio estado mayor antes de la invasión de 1940. Después de la capitulación de los Países Bajos, Hasselman había colaborado con los nazis y exigido a otros oficiales, entre ellos a van Lynden, que hicieran lo mismo. Pero el barón se negó constantemente. En el marco de una operación de consolidación de la ocupación alemana, un gran número de oficiales del ejército neerlandés fueron deportados a campos de prisioneros. Fue en el campo de Stanislau que van Lynden y Hasselman se encontraron. Este último aceptó nuevamente cooperar con los alemanes, lo cual le valió una posición predominante entre los prisioneros. Después de la guerra, Hasselman fue degradado y excluido del ejército por haber colaborado con el enemigo. Pero apeló la decisión y, para sorpresa general, incluso logró ascender en la jerarquía militar, lo cual trajo cierto descrédito al ministerio de Defensa neerlandés.
Benjamin Richard Pieter Frans Hasselman (1898-1984). Fue jefe de estado mayor de las fuerzas armadas y presidente del Comité Militar de la OTAN.
Al enterarse de la nominación de Hasselman, en 1951, la caballería neerlandesa, a la que pertenecía van Lynden, decidió que ninguno de sus miembros aceptaría darle la mano al general, a pesar de que este último era de hecho su superior. En su condición de jefe de sección, van Lynden estaba obligado a tratar con su nuevo comandante en el marco de reuniones protocolares. Van Lynden estaba tan incómodo que llegó incluso a pensar en la posibilidad de dimitir. Finalmente decidió participar en aquellas reuniones, pero Hasselman fue lo bastante inteligente como para no tratar de estrecharle la mano [33]. Durante los años subsiguientes, Hasselman obstaculizó repetidamente el ascenso de van Lynden. Aquello provocó conflictos internos y Fock tuvo que intervenir, en su condición de secretario general del ministerio de Asuntos Generales. «Hablé entonces con Hasselman en un tono bastante directo y abrupto», contó Fock años más tarde. El resultado fue un distanciamiento entre los dos responsables [34].
A pesar de las luchas intestinas que se libraban dentro del ministerio de Defensa, van Lynden se mantenía concentrado en su misión. «Todavía recuerdo la invasión de Hungría, en 1956», dijo un ex agente del ejército secreto de los Países Bajos al referirse a una de las operaciones más célebres de las fuerzas soviéticas. «Aquel día, van Lynden entró en la oficina, donde reinaba una atmósfera confusa y febril. Y dijo en tono sereno: “Ya hace años que venimos tratando de construir eso. ¿Por qué están entonces todos ustedes tan nerviosos?” En realidad, yo creo que teníamos que haber estado en condiciones de operar a partir de 1956.» [35]
Pero van Lynden no siempre dio muestras de tanto autocontrol. Cuando se supo, en 1961, que el agente británico George Blake trabajaba en realidad para los soviéticos desde principios de los años 1950, no fue sólo en Londres que la noticia sembró el pánico. Lo mismo sucedió en las filas del ejército secreto neerlandés. «Van Lynden se quedó aterrado cuando se enteró», recuerda un ex soldado stay-behind. En efecto, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Blake había pasado meses en La Haya participando en operaciones especiales, en el marco de la cooperación reforzada establecida entre los servicios británicos y neerlandeses. Durante aquel periodo, Blake había tenido acceso a la villa Maarheeze de Wassenaar, el cuartel general de los servicios secretos internos y de la rama I de la red stay-behind neerlandesa. Van Borssum Buisman, posteriormente nombrado a la cabeza del Gladio en los Países Bajos, se había entrevistado con el espía. «Blake conocía el emplazamiento de las instalaciones y la identidad de los miembros» del ejército secreto neerlandés, dijo un ex agente en condiciones de anonimato. Desde su exilio moscovita, Blake desmintió personalmente esas alegaciones en una conversación que sostuvo, en 1992, con varios ex agentes del SAZ: «Nunca tuve información sobre esas actividades [stay-behind]. Y los soviéticos nunca me hicieron preguntas sobre ese tema. Así que no tienen [los miembros neerlandeses del Gladio] de qué preocuparse. El nombre de van Borssum Buisman no me recuerda absolutamente nada.» [36]
Después de haber dirigido el SAZ o rama I de la organización I&O durante 14 años, van Lynden dimitió en marzo de 1962. A pedido de la reina, fue destinado nuevamente al Palacio Real. El barón murió en 1989, a los 76 años.
En el momento más álgido de la crisis de los misiles del Caribe, en 1962, el mando de la red stay-behind neerlandesa I&O fue reestructurado y se nombró un nuevo director para cada una de sus ramas. Después de 14 años a la cabeza de la rama O, Louis Einthoven, quien ya contaba 66 años, dejó el BVD y pasó a retiro. Murió 12 años más tarde. El general de división De Boer se convirtió en su sucesor en abril de 1962. El general De Boer recibió del jefe del estado mayor van den Wall Bake, la orden expresa de armonizar las relaciones entre los servicios I y O, que se habían deteriorado bajo la dirección de Einthoven. Dos años más tarde, el ministerio de Defensa nombró una comisión presidida por el doctor Marius Ruppert para averiguar si De Boer había logrado su objetivo. Junto a Ruppert, también formaban parte de la comisión Fock y el almirante Propper.
En 1965, el parlamentario y consejero de la corona Ruppert presentó su informe sobre el estado de la colaboración entre los dos ejércitos secretos. Había descubierto cosas muy interesantes. Debido a la pobre cooperación entre las dos ramas de la red stay-behindneerlandesa, Ruppert sugería la creación de un cargo de «Coordinador de I&O» y proponía ocupar él mismo ese cargo. También recomendaba el reemplazo de De Boer a la cabeza de la sección O y nuevamente se proponía a sí mismo para ocupar el cargo. Por orden del primer ministro J. Zijlstra, Ruppert fue nombrado entonces a la cabeza de la rama O de la red stay-behindneerlandesa, cargo que ocupó hasta 1975 [37]. Cuando fue llamado a dar explicaciones, como consecuencia de las revelaciones de 1990, Fock reconoció haber formado parte de aquella comisión secreta pero dijo que no se acordaba de los temas abordados en aquella época. Sólo recordaba encuentros regulares en la villa de Ruppert, en la localidad de Zeist.
Las maniobras de Ruppert provocaron un verdadero terremoto en el SAZ, la rama I de la red stay-behind. Aprovechándose de su doble función como comandante de la rama O y coordinador de I&O, Ruppert favoreció a sus propios servicios en detrimento de la sección I, lo cual dio lugar a la aparición de un profundo resentimiento entre las dos ramas de la organización. Ruppert dio a la rama O un papel predominante en el seno del ACC y del CPC, los dos comités del mando stay-behind de la OTAN. La cooperación entre las dos secciones del Gladio en los Países Bajos dejó por lo tanto mucho que desear a lo largo de varios años. Las tensiones disminuyeron únicamente con la nominación de un nuevo coordinador en lugar de Ruppert. A partir de entonces, el cargo fue ocupado generalmente por ex oficiales de la marina quienes, al pasar a retiro a los 55 años, tenían así la posibilidad de hacer una segunda carrera menos oficial. En 1975, fenómeno bastante poco común en la historia de las redes stay-behind, el sucesor de Ruppert a la cabeza de la sección O fue el socialista Th.J.A.M. van Lier. Al final de la guerra, van Lier había sido diputado laborista antes de pasar a dirigir el servicio secreto ilegal Albrecht, función que le valió ser arrestado ulteriormente. Se estima que bajo la dirección de van Lier, el presupuesto anual de I&O se elevaba a unos 3 millones de florines. Pero los servicios se desarrollaron rápidamente mientras se intensificaba la cooperación entre las dos secciones. Se ignora quién asumió el mando del Gladio neerlandés entre los años 1980 y 1990. Y, en efecto, es que no se ha levantado el secreto sobre la identidad de los comandantes porque son personas que probablemente siguen vivas y que aún ejercen alguna responsabilidad.
Al igual que la sección O, la sección I también sufrió profundas modificaciones en 1962. Como sucesor de Somet y van Lynden, van Borssum Buisman asumió sus funciones a la cabeza del servicio en marzo de 1962. Con su bigote y su cabello rubios, este alto oficial de caballería era para muchos el prototipo del holandés. Durante la Segunda Guerra Mundial había sido oficial de enlace entre los servicios secretos neerlandeses BI (Bureau Inlichtigen) y la organización de resistencia OD (Ordedienst), dirigida por P.J. Six. En febrero de 1944 fue capturado por el enemigo e internado sucesivamente en varias cárceles alemanas. Fue torturado varias veces sin que revelara nunca la identidad de los miembros de la resistencia neerlandesa. Condenado a muerte por los nazis, logró saltar del tren en marcha que lo llevaba a Alemania. Herido, logró volver a su país y ponerse nuevamente en contacto con Six, todo lo cual le valió que algunos alemanes lo consideraran el mejor agente secreto de los Países Bajos
Al enterarse de la nominación de Hasselman, en 1951, la caballería neerlandesa, a la que pertenecía van Lynden, decidió que ninguno de sus miembros aceptaría darle la mano al general, a pesar de que este último era de hecho su superior. En su condición de jefe de sección, van Lynden estaba obligado a tratar con su nuevo comandante en el marco de reuniones protocolares. Van Lynden estaba tan incómodo que llegó incluso a pensar en la posibilidad de dimitir. Finalmente decidió participar en aquellas reuniones, pero Hasselman fue lo bastante inteligente como para no tratar de estrecharle la mano [33]. Durante los años subsiguientes, Hasselman obstaculizó repetidamente el ascenso de van Lynden. Aquello provocó conflictos internos y Fock tuvo que intervenir, en su condición de secretario general del ministerio de Asuntos Generales. «Hablé entonces con Hasselman en un tono bastante directo y abrupto», contó Fock años más tarde. El resultado fue un distanciamiento entre los dos responsables [34].
A pesar de las luchas intestinas que se libraban dentro del ministerio de Defensa, van Lynden se mantenía concentrado en su misión. «Todavía recuerdo la invasión de Hungría, en 1956», dijo un ex agente del ejército secreto de los Países Bajos al referirse a una de las operaciones más célebres de las fuerzas soviéticas. «Aquel día, van Lynden entró en la oficina, donde reinaba una atmósfera confusa y febril. Y dijo en tono sereno: “Ya hace años que venimos tratando de construir eso. ¿Por qué están entonces todos ustedes tan nerviosos?” En realidad, yo creo que teníamos que haber estado en condiciones de operar a partir de 1956.» [35]
Pero van Lynden no siempre dio muestras de tanto autocontrol. Cuando se supo, en 1961, que el agente británico George Blake trabajaba en realidad para los soviéticos desde principios de los años 1950, no fue sólo en Londres que la noticia sembró el pánico. Lo mismo sucedió en las filas del ejército secreto neerlandés. «Van Lynden se quedó aterrado cuando se enteró», recuerda un ex soldado stay-behind. En efecto, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Blake había pasado meses en La Haya participando en operaciones especiales, en el marco de la cooperación reforzada establecida entre los servicios británicos y neerlandeses. Durante aquel periodo, Blake había tenido acceso a la villa Maarheeze de Wassenaar, el cuartel general de los servicios secretos internos y de la rama I de la red stay-behind neerlandesa. Van Borssum Buisman, posteriormente nombrado a la cabeza del Gladio en los Países Bajos, se había entrevistado con el espía. «Blake conocía el emplazamiento de las instalaciones y la identidad de los miembros» del ejército secreto neerlandés, dijo un ex agente en condiciones de anonimato. Desde su exilio moscovita, Blake desmintió personalmente esas alegaciones en una conversación que sostuvo, en 1992, con varios ex agentes del SAZ: «Nunca tuve información sobre esas actividades [stay-behind]. Y los soviéticos nunca me hicieron preguntas sobre ese tema. Así que no tienen [los miembros neerlandeses del Gladio] de qué preocuparse. El nombre de van Borssum Buisman no me recuerda absolutamente nada.» [36]
Después de haber dirigido el SAZ o rama I de la organización I&O durante 14 años, van Lynden dimitió en marzo de 1962. A pedido de la reina, fue destinado nuevamente al Palacio Real. El barón murió en 1989, a los 76 años.
En el momento más álgido de la crisis de los misiles del Caribe, en 1962, el mando de la red stay-behind neerlandesa I&O fue reestructurado y se nombró un nuevo director para cada una de sus ramas. Después de 14 años a la cabeza de la rama O, Louis Einthoven, quien ya contaba 66 años, dejó el BVD y pasó a retiro. Murió 12 años más tarde. El general de división De Boer se convirtió en su sucesor en abril de 1962. El general De Boer recibió del jefe del estado mayor van den Wall Bake, la orden expresa de armonizar las relaciones entre los servicios I y O, que se habían deteriorado bajo la dirección de Einthoven. Dos años más tarde, el ministerio de Defensa nombró una comisión presidida por el doctor Marius Ruppert para averiguar si De Boer había logrado su objetivo. Junto a Ruppert, también formaban parte de la comisión Fock y el almirante Propper.
En 1965, el parlamentario y consejero de la corona Ruppert presentó su informe sobre el estado de la colaboración entre los dos ejércitos secretos. Había descubierto cosas muy interesantes. Debido a la pobre cooperación entre las dos ramas de la red stay-behindneerlandesa, Ruppert sugería la creación de un cargo de «Coordinador de I&O» y proponía ocupar él mismo ese cargo. También recomendaba el reemplazo de De Boer a la cabeza de la sección O y nuevamente se proponía a sí mismo para ocupar el cargo. Por orden del primer ministro J. Zijlstra, Ruppert fue nombrado entonces a la cabeza de la rama O de la red stay-behindneerlandesa, cargo que ocupó hasta 1975 [37]. Cuando fue llamado a dar explicaciones, como consecuencia de las revelaciones de 1990, Fock reconoció haber formado parte de aquella comisión secreta pero dijo que no se acordaba de los temas abordados en aquella época. Sólo recordaba encuentros regulares en la villa de Ruppert, en la localidad de Zeist.
Las maniobras de Ruppert provocaron un verdadero terremoto en el SAZ, la rama I de la red stay-behind. Aprovechándose de su doble función como comandante de la rama O y coordinador de I&O, Ruppert favoreció a sus propios servicios en detrimento de la sección I, lo cual dio lugar a la aparición de un profundo resentimiento entre las dos ramas de la organización. Ruppert dio a la rama O un papel predominante en el seno del ACC y del CPC, los dos comités del mando stay-behind de la OTAN. La cooperación entre las dos secciones del Gladio en los Países Bajos dejó por lo tanto mucho que desear a lo largo de varios años. Las tensiones disminuyeron únicamente con la nominación de un nuevo coordinador en lugar de Ruppert. A partir de entonces, el cargo fue ocupado generalmente por ex oficiales de la marina quienes, al pasar a retiro a los 55 años, tenían así la posibilidad de hacer una segunda carrera menos oficial. En 1975, fenómeno bastante poco común en la historia de las redes stay-behind, el sucesor de Ruppert a la cabeza de la sección O fue el socialista Th.J.A.M. van Lier. Al final de la guerra, van Lier había sido diputado laborista antes de pasar a dirigir el servicio secreto ilegal Albrecht, función que le valió ser arrestado ulteriormente. Se estima que bajo la dirección de van Lier, el presupuesto anual de I&O se elevaba a unos 3 millones de florines. Pero los servicios se desarrollaron rápidamente mientras se intensificaba la cooperación entre las dos secciones. Se ignora quién asumió el mando del Gladio neerlandés entre los años 1980 y 1990. Y, en efecto, es que no se ha levantado el secreto sobre la identidad de los comandantes porque son personas que probablemente siguen vivas y que aún ejercen alguna responsabilidad.
Al igual que la sección O, la sección I también sufrió profundas modificaciones en 1962. Como sucesor de Somet y van Lynden, van Borssum Buisman asumió sus funciones a la cabeza del servicio en marzo de 1962. Con su bigote y su cabello rubios, este alto oficial de caballería era para muchos el prototipo del holandés. Durante la Segunda Guerra Mundial había sido oficial de enlace entre los servicios secretos neerlandeses BI (Bureau Inlichtigen) y la organización de resistencia OD (Ordedienst), dirigida por P.J. Six. En febrero de 1944 fue capturado por el enemigo e internado sucesivamente en varias cárceles alemanas. Fue torturado varias veces sin que revelara nunca la identidad de los miembros de la resistencia neerlandesa. Condenado a muerte por los nazis, logró saltar del tren en marcha que lo llevaba a Alemania. Herido, logró volver a su país y ponerse nuevamente en contacto con Six, todo lo cual le valió que algunos alemanes lo consideraran el mejor agente secreto de los Países Bajos
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Garrelt van Borssum Buisman (1915-1991). Dirigió el Gladio neerlandés de 1962 a 1970.
Después del armisticio, van Borssum Buisman no renunció a la actividad clandestina. Fue enviado por algún tiempo a Ceilán, donde esperó en vano con su unidad de élite para ser desplegado en Indonesia. De regreso a los Países Bajos, el primer comandante de la sección I, Somer, lo reclutó para la red stay-behind. Bajo la dirección de van Lynden, Buisman ocupó el cargo de comandante segundo del SAZ. Entre sus principales funciones se hallaba la elaboración de rutas de evasión entre los Países Bajos y la España franquista a través de Bélgica y Francia. Buisman reclutaba y formaba agentes a lo largo de sus itinerarios, a menudo neerlandeses que vivían en Francia o franceses que habían vivido en los Países Bajos. Asumió el mando de la sección I hasta que se retiró, en mayo de 1970. Falleció en febrero de 1990, a los 77 años. Al descubrirse la existencia de los ejércitos secretos, en 1990, se reveló que el sucesor de Buisman había sido un tal J.W.A. Bruins, quien dirigió el servicio desde mayo de 1970 hasta diciembre de 1981. No se dieron a conocer los nombres de los últimos comandantes del I&O, que posiblemente siguen vivos. [38]
Durante los ejercicios, los agentes tenían que utilizar su nombre de código para comunicar entre sí. «El entrenamiento tenía que hacerse únicamente durante nuestro tiempo libre», explicó un ex agente del ejército secreto. «Con nuestro instructor, elaborábamos un programa específico. Había que ir a diferentes lugares de formación. No era el tipo de cosa que se improvisa así en el granero. El entrenamiento no podía hacerse a intervalos regulares, porque podía levantar sospechas», agregó [39]. A veces había problemas de motivación: «El problema es que había que prepararse para algo que podía suceder cuando más en una decena de años», recordaba un ex miembro del Gladio. «Así que la motivación había que mantenerla como una especie de fe. Sobre todo en los periodos de distensión y de coexistencia pacífica. En esos momentos era especialmente difícil. El otro bando [los comunistas] también practicaba una guerra sicológica. Había que mantener la vigilancia de los instructores a través de una información factual [sobre los peligros del comunismo] que ellos le transmitían después a sus agentes en el terreno.» [40]
La misteriosa sección O era la más confidencial de las dos ramas que componían la red I&O. Hoy en día existe aún muy poca información sobre ella. «La diferencia entre I y O es que O no debía tener ninguna “existencia”. Era algo muy distinto», explicó un ex responsable a raíz de las revelaciones de 1990 sobre el Gladio [41]. Durante los entrenamientos del ejército secreto neerlandés, los agentes de la sección O expresaban cierto sentimiento de superioridad ante sus colegas de la sección I, con quienes se negaban incluso a compartir durante las veladas que seguían a las sesiones de trabajo. «Se consideraban a menudo como la crema de la crema, [como] la gente a quien se le daría el trabajo serio en caso de ocupación» [42]. Para disimular al máximo la existencia de la sección O, todos los contactos con representantes del Estado neerlandés eran a través de agentes de la sección I, lo cual no era del agrado de estos últimos. La rama O se financiaba en parte con fondos privados, sobre todo de firmas transnacionales, y de la CIA. Pero también recibía fondos públicos que figuraban en el presupuesto de I. Los poquísimos funcionarios del ministerio de Defensa que tenían conocimiento de la existencia de la sección I estimaban erróneamente, lo que indignaba a van Lynden, que aquel ejército secreto era demasiado oneroso. «Aquello (O) se parecía un poco a un monasterio de la Edad Media», comenta un ex agente de la sección I. «No estaban autorizados a verse y todo el mundo se quedaba obedientemente sentado en su celda.» [43].
Si la sección O necesitaba una prensa, explosivos o cualquier otra cosa, era a través de I que tenía que conseguirlo. En ese caso, se le informaba a I el lugar donde había que entregar el material, que generalmente venía de Inglaterra. Un camión militar transportaba entonces el cargamento hasta un lugar previamente establecido, donde los agentes de la sección O tomaban posesión del envío. Ante cualquier problema eran los servicios secretos oficiales neerlandeses los que pagaban los platos rotos ya que no se podía reconocer oficialmente la existencia de I ni la de O. Durante los años 1980, varios escondites de armas de la red stay-behind fueron descubiertos de forma accidental en diferentes lugares de los Países Bajos. En 1983, el ministro de Defensa J. de Rujiter tuvo que dar explicaciones ante las cámaras de televisión por el descubrimiento de un misterioso almacén de armas en Rozendaal. Pidió a los periodistas algún tiempo para realizar una investigación interna y sus servicios le proporcionaron los detalles. Así que todo el mundo en el BVD trató de enterarse de cuáles de sus colegas disponían de ese tipo de escondites de armas y la versión que se dio a los empleados del servicio fue que los verdaderos responsables eran una unidad secreta llamada I, lo cual era una mentira más ya que todo aquel armamento pertenecía en realidad a la unidad de acción clandestina y sabotaje O.
«Mientras que I era un servicio políticamente independiente, O era conocido como más orientado ideológicamente», atestiguó un ex agente neerlandés, sugiriendo que la sección O era un grupo anticomunista armado, como el SDRA 8 en la vecina Bélgica. Pero eso no quiere decir que O fuese un grupo que realizaba acciones anticomunistas ilegales, afirmó uno de sus ex miembros. «Basábamos nuestro combate en la defensa de los valores inscritos en la Constitución» agregó [44]. El especialista neerlandés en operaciones stay-behind Paul Koedijk descubrió que las unidades O se habían especializado, en tiempo de paz, en lo que llamaban operaciones de «inmunización» de ciudadanos neerlandeses. «Estaba muy claro contra qué había que inmunizar a los ciudadanos: el comunismo en todas sus formas.» En el marco de su lucha ideológica, la sección O desplegaba una propaganda de calumnias e inventaba historias destinadas a desacreditar a los comunistas y tenía, por lo tanto, su propia de red de imprentas. «La opinión que compartían los miembros de la sección O era que una ocupación soviética sería en muchos sentidos peor que la [ocupación] de los nazis», recuerda un ex agente, «porque incluso los pocos valores que aún respetaban los alemanes, como la familia y la religión, se verían amenazados bajo una ocupación soviética. Nosotros esperábamos cambios radicales» [45].
A finales de 1990, cuando el primer ministro italiano Giulio Andreotti reveló la existencia en toda Europa Occidental de una serie de ejércitos secretos anticomunistas, el escándalo llegó hasta los Países Bajos. Un ex miembro del Gladio neerlandés bromeó: «Nosotros también estamos sorprendidos de haber podido trabajar durante tanto tiempo sin que nadie nos molestara» [46]. En una carta dirigida al Parlamento el 13 de noviembre de 1990, el primer ministro demócrata cristiano Ruud Lubbers –en el cargo desde 1982– confirmaba que los Países Bajos disponían, en efecto, de un ejército secreto, un «grupo conformado de civiles y militares», y que aquel ejército seguía activo. Lubbers afirmaba que «esa organización no ha estado nunca bajo el control de la OTAN» y, mencionando la función clásica de las redes stay-behind, precisaba que «los contactos con otros países miembros de la OTAN, algunos de los cuales habían creado estructuras similares, se limitaban, en lo que concierna a los neerlandeses, a estudiar cómo podían alcanzarse los objetivos fijados» [47]. Parlamentarios de la mayoría y de la oposición estuvieron de acuerdo en que aquella carta no proporcionaba una explicación válida. Algunos recordaban el descubrimiento, en los años 1980, de misteriosos escondites de armas que contenían granadas, fusiles semiautomáticos, armas automáticas, municiones y explosivos y solicitaron un complemento de información sobre su posible relación con el ejército secreto. Otros parlamentarios reprocharon al gobierno el no haber informado la existencia de aquella organización a la comisión parlamentaria a cargo de los servicios de inteligencia y seguridad, a pesar de que sus miembros estaban obligados a mantener el secreto.
Después del armisticio, van Borssum Buisman no renunció a la actividad clandestina. Fue enviado por algún tiempo a Ceilán, donde esperó en vano con su unidad de élite para ser desplegado en Indonesia. De regreso a los Países Bajos, el primer comandante de la sección I, Somer, lo reclutó para la red stay-behind. Bajo la dirección de van Lynden, Buisman ocupó el cargo de comandante segundo del SAZ. Entre sus principales funciones se hallaba la elaboración de rutas de evasión entre los Países Bajos y la España franquista a través de Bélgica y Francia. Buisman reclutaba y formaba agentes a lo largo de sus itinerarios, a menudo neerlandeses que vivían en Francia o franceses que habían vivido en los Países Bajos. Asumió el mando de la sección I hasta que se retiró, en mayo de 1970. Falleció en febrero de 1990, a los 77 años. Al descubrirse la existencia de los ejércitos secretos, en 1990, se reveló que el sucesor de Buisman había sido un tal J.W.A. Bruins, quien dirigió el servicio desde mayo de 1970 hasta diciembre de 1981. No se dieron a conocer los nombres de los últimos comandantes del I&O, que posiblemente siguen vivos. [38]
Durante los ejercicios, los agentes tenían que utilizar su nombre de código para comunicar entre sí. «El entrenamiento tenía que hacerse únicamente durante nuestro tiempo libre», explicó un ex agente del ejército secreto. «Con nuestro instructor, elaborábamos un programa específico. Había que ir a diferentes lugares de formación. No era el tipo de cosa que se improvisa así en el granero. El entrenamiento no podía hacerse a intervalos regulares, porque podía levantar sospechas», agregó [39]. A veces había problemas de motivación: «El problema es que había que prepararse para algo que podía suceder cuando más en una decena de años», recordaba un ex miembro del Gladio. «Así que la motivación había que mantenerla como una especie de fe. Sobre todo en los periodos de distensión y de coexistencia pacífica. En esos momentos era especialmente difícil. El otro bando [los comunistas] también practicaba una guerra sicológica. Había que mantener la vigilancia de los instructores a través de una información factual [sobre los peligros del comunismo] que ellos le transmitían después a sus agentes en el terreno.» [40]
La misteriosa sección O era la más confidencial de las dos ramas que componían la red I&O. Hoy en día existe aún muy poca información sobre ella. «La diferencia entre I y O es que O no debía tener ninguna “existencia”. Era algo muy distinto», explicó un ex responsable a raíz de las revelaciones de 1990 sobre el Gladio [41]. Durante los entrenamientos del ejército secreto neerlandés, los agentes de la sección O expresaban cierto sentimiento de superioridad ante sus colegas de la sección I, con quienes se negaban incluso a compartir durante las veladas que seguían a las sesiones de trabajo. «Se consideraban a menudo como la crema de la crema, [como] la gente a quien se le daría el trabajo serio en caso de ocupación» [42]. Para disimular al máximo la existencia de la sección O, todos los contactos con representantes del Estado neerlandés eran a través de agentes de la sección I, lo cual no era del agrado de estos últimos. La rama O se financiaba en parte con fondos privados, sobre todo de firmas transnacionales, y de la CIA. Pero también recibía fondos públicos que figuraban en el presupuesto de I. Los poquísimos funcionarios del ministerio de Defensa que tenían conocimiento de la existencia de la sección I estimaban erróneamente, lo que indignaba a van Lynden, que aquel ejército secreto era demasiado oneroso. «Aquello (O) se parecía un poco a un monasterio de la Edad Media», comenta un ex agente de la sección I. «No estaban autorizados a verse y todo el mundo se quedaba obedientemente sentado en su celda.» [43].
Si la sección O necesitaba una prensa, explosivos o cualquier otra cosa, era a través de I que tenía que conseguirlo. En ese caso, se le informaba a I el lugar donde había que entregar el material, que generalmente venía de Inglaterra. Un camión militar transportaba entonces el cargamento hasta un lugar previamente establecido, donde los agentes de la sección O tomaban posesión del envío. Ante cualquier problema eran los servicios secretos oficiales neerlandeses los que pagaban los platos rotos ya que no se podía reconocer oficialmente la existencia de I ni la de O. Durante los años 1980, varios escondites de armas de la red stay-behind fueron descubiertos de forma accidental en diferentes lugares de los Países Bajos. En 1983, el ministro de Defensa J. de Rujiter tuvo que dar explicaciones ante las cámaras de televisión por el descubrimiento de un misterioso almacén de armas en Rozendaal. Pidió a los periodistas algún tiempo para realizar una investigación interna y sus servicios le proporcionaron los detalles. Así que todo el mundo en el BVD trató de enterarse de cuáles de sus colegas disponían de ese tipo de escondites de armas y la versión que se dio a los empleados del servicio fue que los verdaderos responsables eran una unidad secreta llamada I, lo cual era una mentira más ya que todo aquel armamento pertenecía en realidad a la unidad de acción clandestina y sabotaje O.
«Mientras que I era un servicio políticamente independiente, O era conocido como más orientado ideológicamente», atestiguó un ex agente neerlandés, sugiriendo que la sección O era un grupo anticomunista armado, como el SDRA 8 en la vecina Bélgica. Pero eso no quiere decir que O fuese un grupo que realizaba acciones anticomunistas ilegales, afirmó uno de sus ex miembros. «Basábamos nuestro combate en la defensa de los valores inscritos en la Constitución» agregó [44]. El especialista neerlandés en operaciones stay-behind Paul Koedijk descubrió que las unidades O se habían especializado, en tiempo de paz, en lo que llamaban operaciones de «inmunización» de ciudadanos neerlandeses. «Estaba muy claro contra qué había que inmunizar a los ciudadanos: el comunismo en todas sus formas.» En el marco de su lucha ideológica, la sección O desplegaba una propaganda de calumnias e inventaba historias destinadas a desacreditar a los comunistas y tenía, por lo tanto, su propia de red de imprentas. «La opinión que compartían los miembros de la sección O era que una ocupación soviética sería en muchos sentidos peor que la [ocupación] de los nazis», recuerda un ex agente, «porque incluso los pocos valores que aún respetaban los alemanes, como la familia y la religión, se verían amenazados bajo una ocupación soviética. Nosotros esperábamos cambios radicales» [45].
A finales de 1990, cuando el primer ministro italiano Giulio Andreotti reveló la existencia en toda Europa Occidental de una serie de ejércitos secretos anticomunistas, el escándalo llegó hasta los Países Bajos. Un ex miembro del Gladio neerlandés bromeó: «Nosotros también estamos sorprendidos de haber podido trabajar durante tanto tiempo sin que nadie nos molestara» [46]. En una carta dirigida al Parlamento el 13 de noviembre de 1990, el primer ministro demócrata cristiano Ruud Lubbers –en el cargo desde 1982– confirmaba que los Países Bajos disponían, en efecto, de un ejército secreto, un «grupo conformado de civiles y militares», y que aquel ejército seguía activo. Lubbers afirmaba que «esa organización no ha estado nunca bajo el control de la OTAN» y, mencionando la función clásica de las redes stay-behind, precisaba que «los contactos con otros países miembros de la OTAN, algunos de los cuales habían creado estructuras similares, se limitaban, en lo que concierna a los neerlandeses, a estudiar cómo podían alcanzarse los objetivos fijados» [47]. Parlamentarios de la mayoría y de la oposición estuvieron de acuerdo en que aquella carta no proporcionaba una explicación válida. Algunos recordaban el descubrimiento, en los años 1980, de misteriosos escondites de armas que contenían granadas, fusiles semiautomáticos, armas automáticas, municiones y explosivos y solicitaron un complemento de información sobre su posible relación con el ejército secreto. Otros parlamentarios reprocharon al gobierno el no haber informado la existencia de aquella organización a la comisión parlamentaria a cargo de los servicios de inteligencia y seguridad, a pesar de que sus miembros estaban obligados a mantener el secreto.
Relus ter Beek (1944-2008). Como ministro laborista de Defensa, organizó la disolución oficial del Gladio.
Poco tiempo después, Lubbers y su ministro de Defensa Relus Ter Beek informaron por lo tanto, por vez primera, a la Comisión sobre la red stay-behind I&O y, horas después, el primer ministro se presentó ante el Parlamento. Confirmó que los arsenales clandestinos descubiertos en los años 1980 pertenecían, en efecto, al ejército secreto. Subrayó que la organización stay-behindneerlandesa era responsable ante el primer ministro, o sea él mismo, y ante el ministro de Defensa, Ter Beek. «Los sucesivos primeros ministros y ministros de Defensa siempre prefirieron no poner al tanto a los demás ministros ni al Parlamento» [48]. El primer ministro se enorgulleció del hecho que cerca de 30 ministros hubiesen sabido proteger el secreto, mientras que varios miembros del Parlamento veían en ello esencialmente una violación de la Constitución de los Países Bajos. Muchos diputados no rechazaban el principio mismo de los preparativos stay-behind en previsión de una situación de urgencia, pero no podían aceptar el hecho de haber sido engañados. El laborista Maaseik van Draa declaró en nombre de su grupo: «Necesitamos más aclaraciones sobre el tipo de estructuras de que se trata y en qué medida han colaborado o aún colaboran con la OTAN». Ton Frinking, de la mayoría demócrata-cristiana también pidió más información sobre los vínculos de la red Gladio con la OTAN. Precisó que recientemente había oído a los belgas reconocer públicamente que habían presidido la última conferencia secretastay-behind. «La pregunta es: ¿Qué significa concretamente esa presidencia belga?», preguntó Frinking.
Lubbers tuvo que reconocer que el ejército secreto de los Países Bajos seguía siendo miembro de aquel comité clandestino de la OTAN encargado de la coordinación de las redes stay-behind de Europa Occidental. Hans Dijkstal, de la oposición liberal, declaró: «Lo que me inquieta no es tanto que haya existido algo así o que todavía exista. El verdadero problema es que el Parlamento no lo haya sabido hasta la tarde de ayer» [49]. Cuando algunos parlamentarios quisieron conocer la lista de miembros del ejército secreto, Lubbers les respondió que él mismo no la conocía. Algunos estimaron que esa respuesta contradecía sus anteriores declaraciones, en las que acababa de confirmar su propia responsabilidad y la del ministro de Defensa en la supervisión de los ejércitos secretos. Pero Lubbers subrayó que era tan grande la necesidad de mantener aquello en secreto que hubiese sido «extremadamente peligroso que el primer ministro (…) tuviese que investigar personalmente sobre cada uno de ellos» [50]. Ante las insistentes preguntas de los parlamentarios, Lubbers se vio obligado a reconocer que varios miembros del ejército secreto neerlandés habían participado hacía poco en un entrenamiento en Cerdeña, en el cuartel general del Gladio italiano [51]
Poco tiempo después, Lubbers y su ministro de Defensa Relus Ter Beek informaron por lo tanto, por vez primera, a la Comisión sobre la red stay-behind I&O y, horas después, el primer ministro se presentó ante el Parlamento. Confirmó que los arsenales clandestinos descubiertos en los años 1980 pertenecían, en efecto, al ejército secreto. Subrayó que la organización stay-behindneerlandesa era responsable ante el primer ministro, o sea él mismo, y ante el ministro de Defensa, Ter Beek. «Los sucesivos primeros ministros y ministros de Defensa siempre prefirieron no poner al tanto a los demás ministros ni al Parlamento» [48]. El primer ministro se enorgulleció del hecho que cerca de 30 ministros hubiesen sabido proteger el secreto, mientras que varios miembros del Parlamento veían en ello esencialmente una violación de la Constitución de los Países Bajos. Muchos diputados no rechazaban el principio mismo de los preparativos stay-behind en previsión de una situación de urgencia, pero no podían aceptar el hecho de haber sido engañados. El laborista Maaseik van Draa declaró en nombre de su grupo: «Necesitamos más aclaraciones sobre el tipo de estructuras de que se trata y en qué medida han colaborado o aún colaboran con la OTAN». Ton Frinking, de la mayoría demócrata-cristiana también pidió más información sobre los vínculos de la red Gladio con la OTAN. Precisó que recientemente había oído a los belgas reconocer públicamente que habían presidido la última conferencia secretastay-behind. «La pregunta es: ¿Qué significa concretamente esa presidencia belga?», preguntó Frinking.
Lubbers tuvo que reconocer que el ejército secreto de los Países Bajos seguía siendo miembro de aquel comité clandestino de la OTAN encargado de la coordinación de las redes stay-behind de Europa Occidental. Hans Dijkstal, de la oposición liberal, declaró: «Lo que me inquieta no es tanto que haya existido algo así o que todavía exista. El verdadero problema es que el Parlamento no lo haya sabido hasta la tarde de ayer» [49]. Cuando algunos parlamentarios quisieron conocer la lista de miembros del ejército secreto, Lubbers les respondió que él mismo no la conocía. Algunos estimaron que esa respuesta contradecía sus anteriores declaraciones, en las que acababa de confirmar su propia responsabilidad y la del ministro de Defensa en la supervisión de los ejércitos secretos. Pero Lubbers subrayó que era tan grande la necesidad de mantener aquello en secreto que hubiese sido «extremadamente peligroso que el primer ministro (…) tuviese que investigar personalmente sobre cada uno de ellos» [50]. Ante las insistentes preguntas de los parlamentarios, Lubbers se vio obligado a reconocer que varios miembros del ejército secreto neerlandés habían participado hacía poco en un entrenamiento en Cerdeña, en el cuartel general del Gladio italiano [51]
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I&O, la red stay-behind neerlandesa fue disuelta oficialmente en 1992. Pero este documento del ministerio neerlandés de Asuntos Generales demuestra que la rama O fue financiada a través de la Fundación Quia Opportet (que significa en latín «Por si acaso») desde 1992 hasta 2002.
No hubo, en definitiva, investigación parlamentaria ni informe público y no fue hasta abril de 1992 que el ejército secreto neerlandés fue finalmente desmantelado. El ministro de Defensa Relus Ter Beek dirigió a los guerreros de la sombra una carta agradeciéndoles los servicios prestados al país [52].
Pero los fantasmas del pasado resurgieron en 1993, cuando un tribunal de La Haya condenó a un hombre de 38 años a 3 años de cárcel. Comparecían junto a él un mayor del ejército neerlandés, de 44 años, quien también fue encontrado culpable de haber chantajeado en 1993 a Nutricia, un fabricante de alimento para bebés, por una suma de 5 millones de florines. Los abogados defensores subrayaron que los acusados eran miembros de la organización stay-behind creada por los servicios secretos de los Países Bajos y en otros países de Europa. El mayor afirmó en su defensa que, en el pasado, los agentes stay-behind arrestados por la policía se hallaban bajo la protección de un acuerdo existente entra las instancias judiciales y el ministerio de Defensa y que, en virtud de ese acuerdo, estaban al abrigo de toda acción judicial. Afirmó también que muchas misiones del Gladio habían fracasado en el pasado sin que ninguno de los implicados fuese enviado a los tribunales, señalando así que los miembros neerlandeses del Gladio habían actuado fuera de todo control o marco legal. El oficial no precisó de qué tipo de misiones hablaba [53].
(Continuará)
El Gladio ha muerto, ¡Viva el Gladio!
En este memorándum de la Dirección de Operaciones del Ejército neerlandés, fechado en abril de 1998, se indica que ante la posibilidad de un «conflicto a gran escala» se han tomado medidas para garantizar el funcionamiento del stay-behind, identificado como I&O.
En el momento de la redacción del documento hacía 7 años que la URSS se había desintegrado y hacía 6 años que el Gladio estaba oficialmente disuelto.
Daniele Ganser
No hubo, en definitiva, investigación parlamentaria ni informe público y no fue hasta abril de 1992 que el ejército secreto neerlandés fue finalmente desmantelado. El ministro de Defensa Relus Ter Beek dirigió a los guerreros de la sombra una carta agradeciéndoles los servicios prestados al país [52].
Pero los fantasmas del pasado resurgieron en 1993, cuando un tribunal de La Haya condenó a un hombre de 38 años a 3 años de cárcel. Comparecían junto a él un mayor del ejército neerlandés, de 44 años, quien también fue encontrado culpable de haber chantajeado en 1993 a Nutricia, un fabricante de alimento para bebés, por una suma de 5 millones de florines. Los abogados defensores subrayaron que los acusados eran miembros de la organización stay-behind creada por los servicios secretos de los Países Bajos y en otros países de Europa. El mayor afirmó en su defensa que, en el pasado, los agentes stay-behind arrestados por la policía se hallaban bajo la protección de un acuerdo existente entra las instancias judiciales y el ministerio de Defensa y que, en virtud de ese acuerdo, estaban al abrigo de toda acción judicial. Afirmó también que muchas misiones del Gladio habían fracasado en el pasado sin que ninguno de los implicados fuese enviado a los tribunales, señalando así que los miembros neerlandeses del Gladio habían actuado fuera de todo control o marco legal. El oficial no precisó de qué tipo de misiones hablaba [53].
(Continuará)
El Gladio ha muerto, ¡Viva el Gladio!
En este memorándum de la Dirección de Operaciones del Ejército neerlandés, fechado en abril de 1998, se indica que ante la posibilidad de un «conflicto a gran escala» se han tomado medidas para garantizar el funcionamiento del stay-behind, identificado como I&O.
En el momento de la redacción del documento hacía 7 años que la URSS se había desintegrado y hacía 6 años que el Gladio estaba oficialmente disuelto.
Daniele Ganser
Este artículo es el capítulo 11 del libro Les Armées secrètes de l’OTAN
© Publicado en francés por Editions Demi-lune (2007).
[1] Paul Koedijk, «De Geheimste Dienst. Gladio in Nederland. De geschiedenis van een halve eeuw komplot tegen de vijand» en Vrij Nederland, 25 de enero de 1992, p.9. La información disponible sobre la red stay-behind neerlandesa proviene casi exclusivamente de 2 artículos que escribió Paul Koedijk para el Instituto de Documentación Militar de Ámsterdam. Gracias a una serie de entrevistas con ex miembros de la red y a través del estudio de documentos de archivos, Koedijk logró reconstruir una parte de la historia del ejército secreto I&O, aunque la secretísima rama O requiere investigaciones suplementarias.
[2] El contraespionaje alemán. NdT.
[3] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.9.
[4] Frans Kluiters, De Nederlandse inlichtingen en veiligheidsdiensten (Sdu, La Haya, 1993), p.304.
[5] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.9.
[6] Oficialmente, el BVD fue creado por decreto real en agosto de 1949. Durante los 4 primeros años de la postguerra hubo una profunda reforma de las estructuras de la inteligencia interna. Primeramente, se creó en 1945 el BNV (Bureau Nationale Veiligheid) cuya principal misión era descubrir a los agentes alemanes que podían estar infiltrados aún después de la reconquista del país por parte de los aliados. En la primavera de 1946 hubo una reestructuración del BNV, que operó brevemente bajo el nombre de CVD (Central Veiligheidsdienst) antes de ser sustituido por un nuevo servicio de inteligencia interna, el BVD.
[7] Durante la mayor parte de su historia, el IDB trabajó en la sombra y sólo en muy raras ocasiones atrajo la atención del público, de los parlamentarios, los investigadores y los medios. Eso cambió bruscamente cuando, como consecuencia del fracaso de una misión de espionaje –durante los años 1960–, dos «turistas» neerlandeses, Evert Reydon y Louw de Jager, fueron arrestados y encarcelados en la URSS. Años más tarde, una serie de escándalos en los que estaba implicada la inteligencia interna provocó tanto descontento entre la población que el primer ministro Lubbers decidió finalmente cerrar el servicio. Para más información sobre el IDB, ver Cees Wiebes y Bob de Graaf,Villa Maarheeze. The Netherlands Foreign Intelligence Service (Dutch Government Printing Office, La Haya, 1992). Wiebes y Graaf enfrentaron numerosas dificultades durante sus investigaciones. Actuales y antiguos responsables de los servicios de inteligencia han recibido una clara orden de no hablar con estos autores. Wiebes y Graaf tuvieron que recurrir repetidamente a la justicia, invocando la ley neerlandesa sobre la libertad de información, para vencer la resistencia del gobierno de los Países Bajos y lograr acceso a ciertos documentos así como la publicación misma de su libro. Después de reunir más de 150 entrevistas de agentes de los servicios secretos, escribieron lo que es probablemente la historia más completa del IDB. Wiebes y Graaf obtuvieron además documentos que datan de los primeros tiempos del Gladio neerlandés y publicaron sobre ese tema en los Países Bajos. Ver Bob de Graaff y Cees Wiebes,Gladio der vrije jongens: een particuliere geheime dienst in Koude Oorlogstijd(Sdu, La Haya, 1992).
[8] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.10.
[9] Paul Koedijk, «Dossier Gladio. Nederland was voorbereid op een nieuwe oorlog» en Vrij Nederland, edición del 11 de julio de 1992, p.34.
[10] Kluiters, Nederlandse, p.306.
[11] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.13.
[12] Kluiters, Nederlandse, p.310.
[13] Koedijk, «Dossier Gladio», p.36.
[14] Ibid.
[15] Ibid.
[16] Ibid.
[17] Kluiters, Nederlandse, p.314.
[18] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.10.
[19] Ibid., p.11.
[20] Koedijk, «Dossier Gladio», p.34.
[21] Kluiters, Nederlandse, p.306.
[22] Ibid.
[23] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.12.
[24] Kluiters, Nederlandse, p.308.
[25] Koedijk, «Dossier Gladio», p.35.
[26] Ibid.
[27] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.11.
[28] Ibid., p.12.
[29] Kluiters, Nederlandse, p.311.
[30] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.12.
[31] Kluiters, Nederlandse, p.311.
[32] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.12.
[33] Ibid., p.11
[34] Ibid.
[35] Ibid., p.12
[36] Ibid., p.13
[37] Kluiters, Nederlandse, p.308.
[38] Koedijk, «Dossier Gladio», p.34.
[39] Ibid.
[40] Ibid.
[41] Ibid.
[42] Koedijk, «Dossier Gladio», p.37.
[43] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.13.
[44] Los dos citan a Koedijk, «Dossier Gladio», p.36.
[45] Ibid.
[46] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.8.
[47] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990. El texto íntegro de la carta de Lubbers fue publicado en el diario neerlandés NRC Handelsblatt en noviembre de 1990: «Brief premier Lubbers “geheime organisatie”». También está archivado en la documentación oficial del Parlamento neerlandés como Kamerstuk N°21895.
[48] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990.
[49] Ibid.
[50] Ibid., 21 de noviembre de 1990.
[51] Diario británico The Guardian, edición del 5 de diciembre de 1990.
[52] Publicación política británica Statewatch, septiembre/octubre de 1993, donde se retoma lo publicado en el diario neerlandés Dagblad, edición del 7 de septiembre de 1993.
[53] Agencia internacional de prensa Reuters, 14 de diciembre de 1993, citando el diario neerlandés NCR Handelsblad.
© Publicado en francés por Editions Demi-lune (2007).
[1] Paul Koedijk, «De Geheimste Dienst. Gladio in Nederland. De geschiedenis van een halve eeuw komplot tegen de vijand» en Vrij Nederland, 25 de enero de 1992, p.9. La información disponible sobre la red stay-behind neerlandesa proviene casi exclusivamente de 2 artículos que escribió Paul Koedijk para el Instituto de Documentación Militar de Ámsterdam. Gracias a una serie de entrevistas con ex miembros de la red y a través del estudio de documentos de archivos, Koedijk logró reconstruir una parte de la historia del ejército secreto I&O, aunque la secretísima rama O requiere investigaciones suplementarias.
[2] El contraespionaje alemán. NdT.
[3] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.9.
[4] Frans Kluiters, De Nederlandse inlichtingen en veiligheidsdiensten (Sdu, La Haya, 1993), p.304.
[5] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.9.
[6] Oficialmente, el BVD fue creado por decreto real en agosto de 1949. Durante los 4 primeros años de la postguerra hubo una profunda reforma de las estructuras de la inteligencia interna. Primeramente, se creó en 1945 el BNV (Bureau Nationale Veiligheid) cuya principal misión era descubrir a los agentes alemanes que podían estar infiltrados aún después de la reconquista del país por parte de los aliados. En la primavera de 1946 hubo una reestructuración del BNV, que operó brevemente bajo el nombre de CVD (Central Veiligheidsdienst) antes de ser sustituido por un nuevo servicio de inteligencia interna, el BVD.
[7] Durante la mayor parte de su historia, el IDB trabajó en la sombra y sólo en muy raras ocasiones atrajo la atención del público, de los parlamentarios, los investigadores y los medios. Eso cambió bruscamente cuando, como consecuencia del fracaso de una misión de espionaje –durante los años 1960–, dos «turistas» neerlandeses, Evert Reydon y Louw de Jager, fueron arrestados y encarcelados en la URSS. Años más tarde, una serie de escándalos en los que estaba implicada la inteligencia interna provocó tanto descontento entre la población que el primer ministro Lubbers decidió finalmente cerrar el servicio. Para más información sobre el IDB, ver Cees Wiebes y Bob de Graaf,Villa Maarheeze. The Netherlands Foreign Intelligence Service (Dutch Government Printing Office, La Haya, 1992). Wiebes y Graaf enfrentaron numerosas dificultades durante sus investigaciones. Actuales y antiguos responsables de los servicios de inteligencia han recibido una clara orden de no hablar con estos autores. Wiebes y Graaf tuvieron que recurrir repetidamente a la justicia, invocando la ley neerlandesa sobre la libertad de información, para vencer la resistencia del gobierno de los Países Bajos y lograr acceso a ciertos documentos así como la publicación misma de su libro. Después de reunir más de 150 entrevistas de agentes de los servicios secretos, escribieron lo que es probablemente la historia más completa del IDB. Wiebes y Graaf obtuvieron además documentos que datan de los primeros tiempos del Gladio neerlandés y publicaron sobre ese tema en los Países Bajos. Ver Bob de Graaff y Cees Wiebes,Gladio der vrije jongens: een particuliere geheime dienst in Koude Oorlogstijd(Sdu, La Haya, 1992).
[8] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.10.
[9] Paul Koedijk, «Dossier Gladio. Nederland was voorbereid op een nieuwe oorlog» en Vrij Nederland, edición del 11 de julio de 1992, p.34.
[10] Kluiters, Nederlandse, p.306.
[11] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.13.
[12] Kluiters, Nederlandse, p.310.
[13] Koedijk, «Dossier Gladio», p.36.
[14] Ibid.
[15] Ibid.
[16] Ibid.
[17] Kluiters, Nederlandse, p.314.
[18] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.10.
[19] Ibid., p.11.
[20] Koedijk, «Dossier Gladio», p.34.
[21] Kluiters, Nederlandse, p.306.
[22] Ibid.
[23] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.12.
[24] Kluiters, Nederlandse, p.308.
[25] Koedijk, «Dossier Gladio», p.35.
[26] Ibid.
[27] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.11.
[28] Ibid., p.12.
[29] Kluiters, Nederlandse, p.311.
[30] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.12.
[31] Kluiters, Nederlandse, p.311.
[32] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.12.
[33] Ibid., p.11
[34] Ibid.
[35] Ibid., p.12
[36] Ibid., p.13
[37] Kluiters, Nederlandse, p.308.
[38] Koedijk, «Dossier Gladio», p.34.
[39] Ibid.
[40] Ibid.
[41] Ibid.
[42] Koedijk, «Dossier Gladio», p.37.
[43] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.13.
[44] Los dos citan a Koedijk, «Dossier Gladio», p.36.
[45] Ibid.
[46] Koedijk, «Geheimste Dienst», p.8.
[47] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990. El texto íntegro de la carta de Lubbers fue publicado en el diario neerlandés NRC Handelsblatt en noviembre de 1990: «Brief premier Lubbers “geheime organisatie”». También está archivado en la documentación oficial del Parlamento neerlandés como Kamerstuk N°21895.
[48] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990.
[49] Ibid.
[50] Ibid., 21 de noviembre de 1990.
[51] Diario británico The Guardian, edición del 5 de diciembre de 1990.
[52] Publicación política británica Statewatch, septiembre/octubre de 1993, donde se retoma lo publicado en el diario neerlandés Dagblad, edición del 7 de septiembre de 1993.
[53] Agencia internacional de prensa Reuters, 14 de diciembre de 1993, citando el diario neerlandés NCR Handelsblad.
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Los ejércitos secretos de la OTAN
España rebosa transgénicos, pero no sabe dónde están plantados
España se coloca como el país europeo con más autorizaciones para siembra de organismos genéticamente modificados. Sin embargo, las autoridades no informan a la población dónde se efectúan los ensayos ni qué productos agropecuarios se cultivan con estas características.
Por Inés Benítez / Tierramérica-IPS
Málaga, España. Este país se encuentra en primer lugar dentro de la Unión Europea en materia de cultivos a gran escala de semillas genéticamente modificadas.
Según la cantidad de experimentos y la extensión de los predios plantados, España acoge 42 por ciento de los ensayos experimentales de cultivos modificados al aire libre de la Unión Europea, indican datos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
“Se está realizando un experimento a gran escala sin conocer sus consecuencias en la salud, el entorno y el futuro de la agricultura”, dice a Tierramérica la ecologista Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra España.
Esta organización ecologista promueve la campaña Únicos en Europa: la teletienda de los transgénicos, para informar a la sociedad sobre estos cultivos.
Los organismos genéticamente modificados son aquellos a los que se han incorporado en laboratorio genes de otras especies, vegetales o animales, para producir características deseadas, como resistencia a plagas o a climas adversos.
No hay estudios concluyentes sobre la inocuidad de estos transgénicos para la salud humana y el ambiente. Por eso la Organización Mundial de la Salud recomienda estudiar cada caso en forma individual.
En 2012, España contaba con una superficie de algo más de 116.3 hectáreas de maíz transgénico MON-810, de la corporación biotecnológica trasnacional Monsanto, 20 por ciento más que en 2011, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con base en datos de venta de semillas.
Ecologistas critican que esos datos sean estimaciones imprecisas y que no exista un registro público sobre la ubicación de los terrenos sembrados de transgénicos.
Cuando cultivos ecológicos u orgánicos certificados se “contaminan” con variedades transgénicas, los agricultores pierden ese galardón y no pueden demandar al dueño de las siembras modificadas porque no existe el registro, ni reclamar indemnización por daños pues no está prevista en las legislaciones española y europea, lamenta Spendeler.
En España, como en toda la Unión Europea, sólo se permite cultivar maíz transgénico. La soya y el algodón modificados se importan de Argentina, Brasil, Canadá y Estados Unidos.
“Los alimentos transgénicos producidos en países en desarrollo llenan los estómagos de vacas y cerdos de los países industrializados”, dice a Tierramérica el responsable de la campaña sobre este tema en Greenpeace España, Luís Ferreirim.
“De 1996 a 2011, los cultivos biotecnológicos han contribuido a la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y [la respuesta al] cambio climático”, sostiene un informe del 20 de febrero del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés).
Según el ISAAA, en 2012 se plantaron 170.3 millones de hectáreas de vegetales transgénicos en todo el mundo, 6 por ciento más que en 2011. Estados Unidos es el mayor productor, seguido de Brasil.
Pese a las mejoras de productividad, eficiencia y reducción del uso de plaguicidas, que defienden los promotores de los transgénicos, un número importante de países europeos los prohíben, valora Ferreirim.
En Europa hay 11 Estados que dicen no a los transgénicos, ocho de ellos en la Unión Europea tras la suma de Polonia en 2013. Y en 2012 sólo cultivaron Portugal, España, Rumania, Eslovaquia y la República Checa, apunta.
Noventa y cinco por ciento de estas siembras de la Unión Europea se concentran en España (88 por ciento) y Portugal (7 por ciento).
La mayor parte del maíz modificado se destina a elaborar pienso. “Dado que la pirámide de alimentación se ha invertido y cada vez demandamos más proteína animal, esto llega directamente a nuestros platos”, dice Ferreirim.
La legislación europea obliga a indicar en la etiqueta de un alimento si sus ingredientes contienen o han sido elaborados a partir de transgénicos, salvo en los casos en los que esa presencia no supere el 0.9 por ciento del ingrediente.
El pienso que se comercializa en España mezcla maíz transgénico y convencional, lo que constituye “un grave atentado al derecho de elección” del ganadero por una ración no modificada para sus animales, dice Spendeler.
La activista Carmela San Segundo, de Ecologistas en Acción, en la sureña ciudad de Málaga, destaca el “gran poder” que ejercen las corporaciones agroquímicas que venden semillas modificadas.
Esta organización no gubernamental consiguió que una docena de pueblos malagueños se declararan Zonas Libres de Transgénicos, figura legal reconocida por la Unión Europea.
“Hay que trabajar mucho: hablar con asociaciones de vecinos, agricultores y miembros de los ayuntamientos. No es un problema que preocupe porque la gente lo desconoce bastante”, declara a Tierramérica.
En España, la plantación de maíz transgénico se inició en 1998 para hacer frente a la repercusión económica de las plagas, según la cartera de Agricultura.
Pero hoy se ignora la incidencia real de la plaga de taladro (Ostrinia nubilalis) que afecta al maíz.
“¿Se justifica el uso de esta tecnología sin contar con datos concretos sobre las pérdidas causadas por las plagas?”, se pregunta Ferreirim.
El ambientalista explica que la variedad de maíz transgénico Bt, de la corporación estadunidense Monsanto, evita el empleo de plaguicidas porque produce en sus flores una bacteria tóxica para los insectos.
Pero, aunque no siempre haya amenaza de plagas, este maíz libera constantemente ese gen que, tras la cosecha, queda en el suelo y daña su fertilidad, asegura.
“Se ha comprobado en cultivos transgénicos de varios países que, a la larga, empiezan a aparecer plagas secundarias, lo que obliga a usar otros pesticidas”.
Además, los experimentos de siembras al aire libre no pasan por ningún control de seguridad, asevera Ferreirim.
Según una encuesta publicada en 2010 por la Unión Europea, 53 por ciento de los españoles rechazaban introducir genes de otras especies en los alimentos; mientras, sólo el 27 por ciento estaban de acuerdo.
Fuente
Contralínea (Mexico)
Monsanto compromete a EE.UU
El mundo grita "no" a Monsanto y productos transgénicos
Los organizadores del evento a escala mundial estiman que más de 200.000 personas participarán este 25 de mayo en la campaña internacional que abarca cinco continentes, 40 naciones, y al menos 48 estados de EE.UU.
AFP Eric Cabanis
Franceses se manifiestan contra los productos genéticamente modificados este 15 de abril en Trèbes, cantón de Capendu
Indignados por la inacción de los Gobiernos frente al problema, los activistas de cientos de ciudades como Nueva York, Chicago, Montreal, Berlín, París, Bruselas y Melbourne saldrán a las calles para protestar pacíficamente contra la corporación estadounidense de agroquímicos.
AFP Adem Altan
Activistas turcos el nueve de mayo en una protesta contra los productos transgénicos en la capital, Ankara
El mundo lanza su voz para recordar el efecto perjudicial que tienen los productos transgénicos y que ampliamente son producidos por los gigantes bitecnológicos sin ningún impedimiento. Numerosos estudios han demostrado que los productos transgénicos son altamente dañinos para la salud y pueden causar cáncer, infertilidad e incluso malformaciones en los fetos, aseguran.
Oponerse a la falta de investigación gubernamental sobre los efectos a largo plazo de los productos transgénicos y oponerse a la llamada Ley de Protección de Monsanto (Monsanto Protection Act) son los principales objetivos de las manifestaciones.
AFP Nigel Treblin
Acción blanca y amarilla en Alemania contra Monsanto
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/95388-monsanto-manifestacion-sociedad-transgenicos
Por Inés Benítez / Tierramérica-IPS
Málaga, España. Este país se encuentra en primer lugar dentro de la Unión Europea en materia de cultivos a gran escala de semillas genéticamente modificadas.
Según la cantidad de experimentos y la extensión de los predios plantados, España acoge 42 por ciento de los ensayos experimentales de cultivos modificados al aire libre de la Unión Europea, indican datos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
“Se está realizando un experimento a gran escala sin conocer sus consecuencias en la salud, el entorno y el futuro de la agricultura”, dice a Tierramérica la ecologista Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra España.
Esta organización ecologista promueve la campaña Únicos en Europa: la teletienda de los transgénicos, para informar a la sociedad sobre estos cultivos.
Los organismos genéticamente modificados son aquellos a los que se han incorporado en laboratorio genes de otras especies, vegetales o animales, para producir características deseadas, como resistencia a plagas o a climas adversos.
No hay estudios concluyentes sobre la inocuidad de estos transgénicos para la salud humana y el ambiente. Por eso la Organización Mundial de la Salud recomienda estudiar cada caso en forma individual.
En 2012, España contaba con una superficie de algo más de 116.3 hectáreas de maíz transgénico MON-810, de la corporación biotecnológica trasnacional Monsanto, 20 por ciento más que en 2011, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con base en datos de venta de semillas.
Ecologistas critican que esos datos sean estimaciones imprecisas y que no exista un registro público sobre la ubicación de los terrenos sembrados de transgénicos.
Cuando cultivos ecológicos u orgánicos certificados se “contaminan” con variedades transgénicas, los agricultores pierden ese galardón y no pueden demandar al dueño de las siembras modificadas porque no existe el registro, ni reclamar indemnización por daños pues no está prevista en las legislaciones española y europea, lamenta Spendeler.
En España, como en toda la Unión Europea, sólo se permite cultivar maíz transgénico. La soya y el algodón modificados se importan de Argentina, Brasil, Canadá y Estados Unidos.
“Los alimentos transgénicos producidos en países en desarrollo llenan los estómagos de vacas y cerdos de los países industrializados”, dice a Tierramérica el responsable de la campaña sobre este tema en Greenpeace España, Luís Ferreirim.
“De 1996 a 2011, los cultivos biotecnológicos han contribuido a la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y [la respuesta al] cambio climático”, sostiene un informe del 20 de febrero del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés).
Según el ISAAA, en 2012 se plantaron 170.3 millones de hectáreas de vegetales transgénicos en todo el mundo, 6 por ciento más que en 2011. Estados Unidos es el mayor productor, seguido de Brasil.
Pese a las mejoras de productividad, eficiencia y reducción del uso de plaguicidas, que defienden los promotores de los transgénicos, un número importante de países europeos los prohíben, valora Ferreirim.
En Europa hay 11 Estados que dicen no a los transgénicos, ocho de ellos en la Unión Europea tras la suma de Polonia en 2013. Y en 2012 sólo cultivaron Portugal, España, Rumania, Eslovaquia y la República Checa, apunta.
Noventa y cinco por ciento de estas siembras de la Unión Europea se concentran en España (88 por ciento) y Portugal (7 por ciento).
La mayor parte del maíz modificado se destina a elaborar pienso. “Dado que la pirámide de alimentación se ha invertido y cada vez demandamos más proteína animal, esto llega directamente a nuestros platos”, dice Ferreirim.
La legislación europea obliga a indicar en la etiqueta de un alimento si sus ingredientes contienen o han sido elaborados a partir de transgénicos, salvo en los casos en los que esa presencia no supere el 0.9 por ciento del ingrediente.
El pienso que se comercializa en España mezcla maíz transgénico y convencional, lo que constituye “un grave atentado al derecho de elección” del ganadero por una ración no modificada para sus animales, dice Spendeler.
La activista Carmela San Segundo, de Ecologistas en Acción, en la sureña ciudad de Málaga, destaca el “gran poder” que ejercen las corporaciones agroquímicas que venden semillas modificadas.
Esta organización no gubernamental consiguió que una docena de pueblos malagueños se declararan Zonas Libres de Transgénicos, figura legal reconocida por la Unión Europea.
“Hay que trabajar mucho: hablar con asociaciones de vecinos, agricultores y miembros de los ayuntamientos. No es un problema que preocupe porque la gente lo desconoce bastante”, declara a Tierramérica.
En España, la plantación de maíz transgénico se inició en 1998 para hacer frente a la repercusión económica de las plagas, según la cartera de Agricultura.
Pero hoy se ignora la incidencia real de la plaga de taladro (Ostrinia nubilalis) que afecta al maíz.
“¿Se justifica el uso de esta tecnología sin contar con datos concretos sobre las pérdidas causadas por las plagas?”, se pregunta Ferreirim.
El ambientalista explica que la variedad de maíz transgénico Bt, de la corporación estadunidense Monsanto, evita el empleo de plaguicidas porque produce en sus flores una bacteria tóxica para los insectos.
Pero, aunque no siempre haya amenaza de plagas, este maíz libera constantemente ese gen que, tras la cosecha, queda en el suelo y daña su fertilidad, asegura.
“Se ha comprobado en cultivos transgénicos de varios países que, a la larga, empiezan a aparecer plagas secundarias, lo que obliga a usar otros pesticidas”.
Además, los experimentos de siembras al aire libre no pasan por ningún control de seguridad, asevera Ferreirim.
Según una encuesta publicada en 2010 por la Unión Europea, 53 por ciento de los españoles rechazaban introducir genes de otras especies en los alimentos; mientras, sólo el 27 por ciento estaban de acuerdo.
Fuente
Contralínea (Mexico)
Los organizadores del evento a escala mundial estiman que más de 200.000 personas participarán este 25 de mayo en la campaña internacional que abarca cinco continentes, 40 naciones, y al menos 48 estados de EE.UU.
AFP Eric Cabanis
Franceses se manifiestan contra los productos genéticamente modificados este 15 de abril en Trèbes, cantón de Capendu
Indignados por la inacción de los Gobiernos frente al problema, los activistas de cientos de ciudades como Nueva York, Chicago, Montreal, Berlín, París, Bruselas y Melbourne saldrán a las calles para protestar pacíficamente contra la corporación estadounidense de agroquímicos.
AFP Adem Altan
Activistas turcos el nueve de mayo en una protesta contra los productos transgénicos en la capital, Ankara
El mundo lanza su voz para recordar el efecto perjudicial que tienen los productos transgénicos y que ampliamente son producidos por los gigantes bitecnológicos sin ningún impedimiento. Numerosos estudios han demostrado que los productos transgénicos son altamente dañinos para la salud y pueden causar cáncer, infertilidad e incluso malformaciones en los fetos, aseguran.
Oponerse a la falta de investigación gubernamental sobre los efectos a largo plazo de los productos transgénicos y oponerse a la llamada Ley de Protección de Monsanto (Monsanto Protection Act) son los principales objetivos de las manifestaciones.
AFP Nigel Treblin
Acción blanca y amarilla en Alemania contra Monsanto
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/95388-monsanto-manifestacion-sociedad-transgenicos
jueves, 18 de julio de 2013
Netanyahu autoriza la entrega de armas a los «rebeldes» en Siria
Según el diario israelí Haaretz (edición del 15 de julio de 2013), el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu habría dado un brusco viraje en lo tocante al tema de la entrega de armas a los «rebeldes» que tratan de derrocar el gobierno en Siria [1].
Inquieto ante las consecuencias de una victoria del gobierno sirio, respaldado por el Hezbollah e Irán, y a raíz de los desórdenes registrados en el Golán, el gobierno de Netanyahu pudiera haber tomado la decisión de llenar la vacante que deja Qatar. Es con ese objetivo que la administración Netanyahu parece haber decido autorizar la entrega de armas a los «rebeldes», exceptuando el armamento antiaéreo.
«EL ARTE DE LA GUERRA»
La OTAN en espera, lista para el ataque
por Manlio Dinucci
Ya no hay dudas de que la OTAN está coordinando una guerra secreta de gran envergadura contra Siria. A raíz de la decisión tomada en noviembre de 2012, la fusión de los dos centros de mando de sus fuerzas terrestres proporcionó la oportunidad de trasladar su estado mayor a Turquía. Desde que Qatar se jubiló, es de ese estado mayor que provienen la logística y las órdenes para los mercenarios desplegados en Siria.
El 11 de julio de 2013, el almirante Bruce W. Clingan, comandante de las fuerzas de la alianza atlántica en Nápoles (Italia), recibe al general Frederick B. Hodges, comandante de las fuerzas terrestres en Izmir (Turquía).
Como un aparato electrodoméstico, el Mando de la fuerza conjunta de la OTAN en Nápoles (JFC Naples) se mantiene oficialmente en stand-by, o sea listo para entrar en guerra en cualquier momento. El Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa (que siempre es un general estadounidense nombrado por el presidente [también estadounidense]) le ha ordenado mantener en estado de eficiencia máxima la fuerza de respuesta de la OTAN –conformada por las unidades terrestres, aéreas y navales tecnológicamente más avanzadas– para poder realizar en 48 horas «cualquier misión en cualquier lugar».
El nuevo cuartel general del JFC Naples en Lago Patria, construido para un equipo de más de 2 000 militares y que puede además ampliarse en función del «futuro crecimiento de la OTAN», está en plena actividad. Miembros de todos los países de la OTAN están llegando a esa instalación, para sumarse al staff, para una serie de maniobras que permiten al JFC Naples estar «listo para operaciones militares como las de Protector Unificado», o sea la guerra de 2011 contra Libia.
Lo que hoy se encuentra en el colimador del JFC Naples es Siria. Sin que aparezca oficialmente por ninguna parte, la OTAN está realizando contra ese país –a través de fuerzas infiltradas– una operación militar encubierta, pero que puede en cualquier momento pasar a ser oficial imponiendo una «no-fly-zone», como en el caso de Libia.
El puesto avanzado de la operación militar contra Siria es Turquía, donde la OTAN tiene más de 20 bases aéreas, navales y de espionaje electrónico. A estas se agrega ahora uno de los mandos más importantes de la OTAN: el LandCom, responsable de todas las fuerzas terrestres de los 28 países miembros, activado en Izmir (Esmirna). El traslado del mando de las fuerzas terrestres a Turquía –a las puertas del Medio Oriente, sobre todo de Siria e Irán, y de la región del Mar Caspio– indica que los planes Estados Unidos/OTAN incluyen también el uso de fuerzas terrestres, sobre todo europeas, en esa área de primera importancia estratégica. Eso lo confirma el hecho que el general estadounidense Philip Breedlove, recientemente nombrado por el presidente Obama como Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa, viajó a Izmir en julio para acelerar los plazos que se han dado al LandCom para alcanzar su «plena capacidad operacional». Inmediatamente después, el general estadounidense Frederick Hodges, responsable del mando de Izmir, viajó a su vez a Nápoles para coordinar la actividad del LandCom con la del JFC Naples. Allí fue acogido por el almirante estadounidense Bruce Clingan, quien es a la vez comandante de la Fuerza Conjunta aliada en Nápoles, de las fuerzas navales estadounidenses en Europa y de las fuerzas navales del CentCom.
Tenemos en la mesa un juego estrategico de las tres cartas, que permite al Pentágono estar siempre al mando. Por ejemplo, en 2011 dirigió la guerra contra Libia: primero, a traves del CentCom y más tarde mediante el JFC Naples, ambos con el apoyo de las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa.
¿Y Europa? Según lo que ha dicho el Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN ante una comision del Congreso [estadounidense], Europa es importante para Estados Unidos: las bases en Europa no son simples y residuales «bastiones de la guerra fría» sino «bases operacionales avanzadas» que permiten a Estados Unidos mantener a la vez el CentCom y el CentralCommand, en cuya área se halla el Medio Oriente. Esas bases son, además, esenciales para «la seguridad del siglo 21» garantizada por una «alianza poderosa y eficiente» dirigida por Estados Unidos, que posee «24 000 aviones de combate, 800 navíos militares oceanicos, 50 aviones-radar Awacs».
Una alianza (pero esto no lo dicen) cuyo gasto militar se eleva a más de 1 000 millardos [1 millardo = 1 millones] de dólares al año. Para mantener constantemente listo para la guerra un mando como el de Nápoles, ciudad [italiana] que muestra una cantidad record de desempleados, también en stand by en la vana espera de un puesto de trabajo.
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)
Como un aparato electrodoméstico, el Mando de la fuerza conjunta de la OTAN en Nápoles (JFC Naples) se mantiene oficialmente en stand-by, o sea listo para entrar en guerra en cualquier momento. El Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa (que siempre es un general estadounidense nombrado por el presidente [también estadounidense]) le ha ordenado mantener en estado de eficiencia máxima la fuerza de respuesta de la OTAN –conformada por las unidades terrestres, aéreas y navales tecnológicamente más avanzadas– para poder realizar en 48 horas «cualquier misión en cualquier lugar».
El nuevo cuartel general del JFC Naples en Lago Patria, construido para un equipo de más de 2 000 militares y que puede además ampliarse en función del «futuro crecimiento de la OTAN», está en plena actividad. Miembros de todos los países de la OTAN están llegando a esa instalación, para sumarse al staff, para una serie de maniobras que permiten al JFC Naples estar «listo para operaciones militares como las de Protector Unificado», o sea la guerra de 2011 contra Libia.
Lo que hoy se encuentra en el colimador del JFC Naples es Siria. Sin que aparezca oficialmente por ninguna parte, la OTAN está realizando contra ese país –a través de fuerzas infiltradas– una operación militar encubierta, pero que puede en cualquier momento pasar a ser oficial imponiendo una «no-fly-zone», como en el caso de Libia.
El puesto avanzado de la operación militar contra Siria es Turquía, donde la OTAN tiene más de 20 bases aéreas, navales y de espionaje electrónico. A estas se agrega ahora uno de los mandos más importantes de la OTAN: el LandCom, responsable de todas las fuerzas terrestres de los 28 países miembros, activado en Izmir (Esmirna). El traslado del mando de las fuerzas terrestres a Turquía –a las puertas del Medio Oriente, sobre todo de Siria e Irán, y de la región del Mar Caspio– indica que los planes Estados Unidos/OTAN incluyen también el uso de fuerzas terrestres, sobre todo europeas, en esa área de primera importancia estratégica. Eso lo confirma el hecho que el general estadounidense Philip Breedlove, recientemente nombrado por el presidente Obama como Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa, viajó a Izmir en julio para acelerar los plazos que se han dado al LandCom para alcanzar su «plena capacidad operacional». Inmediatamente después, el general estadounidense Frederick Hodges, responsable del mando de Izmir, viajó a su vez a Nápoles para coordinar la actividad del LandCom con la del JFC Naples. Allí fue acogido por el almirante estadounidense Bruce Clingan, quien es a la vez comandante de la Fuerza Conjunta aliada en Nápoles, de las fuerzas navales estadounidenses en Europa y de las fuerzas navales del CentCom.
Tenemos en la mesa un juego estrategico de las tres cartas, que permite al Pentágono estar siempre al mando. Por ejemplo, en 2011 dirigió la guerra contra Libia: primero, a traves del CentCom y más tarde mediante el JFC Naples, ambos con el apoyo de las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa.
¿Y Europa? Según lo que ha dicho el Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN ante una comision del Congreso [estadounidense], Europa es importante para Estados Unidos: las bases en Europa no son simples y residuales «bastiones de la guerra fría» sino «bases operacionales avanzadas» que permiten a Estados Unidos mantener a la vez el CentCom y el CentralCommand, en cuya área se halla el Medio Oriente. Esas bases son, además, esenciales para «la seguridad del siglo 21» garantizada por una «alianza poderosa y eficiente» dirigida por Estados Unidos, que posee «24 000 aviones de combate, 800 navíos militares oceanicos, 50 aviones-radar Awacs».
Una alianza (pero esto no lo dicen) cuyo gasto militar se eleva a más de 1 000 millardos [1 millardo = 1 millones] de dólares al año. Para mantener constantemente listo para la guerra un mando como el de Nápoles, ciudad [italiana] que muestra una cantidad record de desempleados, también en stand by en la vana espera de un puesto de trabajo.
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)
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lunes, 15 de julio de 2013
Hermanos Musulmanes, contrarrevolución y colaboración con el imperialismo
Julio 11, 2013
Reproducimos nuestro análisis de hace mas de un año para no olvidar quienes son los criminales Hermanos Musulmanes
junio 30, 2012
Los Hermanos Musulmanes representan los intereses de la burguesía anticomunista, conservadora y contrarrevolucionaria opuesta radicalmente a toda corriente democrática y de progreso en los países árabes. Ultraliberales en lo económico, confunden antisionismo con antijudaismo primario y desde hace décadas colaboran estrechamente con los servicios secretos occidentales para rechazar las Revoluciones árabes emancipadoras. Desde 1950 el imperialismo norteamericano ha fraguado una estrecha alianza con esta agrupación anticomunista. En 1953 el presidente Eisenhower recibe a sus dirigentes oficialmente en la Casa Blanca
Said Ramadan, el mas destacado de todos los jefes de Hermanos Musulmanes se convierte en un agente colaborador de la CIA y del M16 británico que le proveen de medios abundantes para su luchar contra el régimen antimperialista egipcio de Nasser. El agente de la CIA en Munich Bob Dreher es el encargado de dar órdenes y fondos a este reaccionario.
El 23 de octubre de 1954 los Hermanos Musulmanes intentan asesinar a Nasser convertido en el principal oponente árabe a Israel y los EEUU. Al morir Nasser y ser encarcelados sus partidarios por el ala militar pro imperialista de Sadat, los Hermanos Musulmanes se convierten en buenos aliados del nuevo régimen de traición. Eso no impide que integristas salidos de los Hermanos maten a Sadat en rechazo a los acuerdos de Camp David
Bod Dreher, agente de la CIA en Munich, se convierte a través de su relación con Ramadan en virtual jefe de los Hermanos Musulmanes egipcios.
La rama siria de los Hermanos Musulmanes lanza una campaña terrorista contra el régimen baasista progresista. El 16 de junio de 1979 sus terroristas atacan la Escuela Militar de Alepo y asesinan a 83 jóvenes cadetes de religión alauita. Estos terroristas defensores de un islám “puro” atacarán salvajemente a los alauitas a los que consideran herejes durante su rebelión de 1979 a 1982. El 29 de noviembre de 1981 detonan un carro bomba en Damasco causando 200 muertos, siniestro precedente de los crímenes que comete hoy esta misma corriente ultrarreaccionaria con apoyo imperialista. El 2 de febrero de 1981 sus milicias ocupan la ciudad siria de Hama asesinando a decenas de personas. El gobierno sirio aplasta esta rebelión debilitando profundamente a los Hermanos Musulmanes. Por el contrario la dictadura egipcia los apoya hasta fortalecerlos y entregarles la presidencia de la república con el supuesto de su victoria electoral.
Meshaal de Hamas palestino, rama palestina de los Hermanos, se ha convertido en servidor leal del criminal emir de Qatar, feroz agresor de Libia y Siria
El Estado sionista de Israel apoya en Gaza a la rama local de los Hermanos Musulmanes para debilitar la hegemonía de la izquierda palestina, en particular del FPLP. En 1987 Hamas es legalizado por Israel.
Los Hermanos Musulmanes contribuyen a la contrarrevolución en Libia y al derrocamiento y asesinato del líder Gadafi.
En Argelia los militares de derecha que suceden a Huari Bumedian piden la colaboración de religiosos integristas egipcios cercanos a esta agrupación para desmontar la estructura ideológica del socialismo árabe defendido por el FLN. Esta maniobra antipopular conducirá a la guerra civil de los años 90 entre el Frente Islámico de salvación que se lanza al terrorismo, asesinato de militares, nacionalistas y comunistas, y las fuerzas armadas.
En Túnez la rama de los Hermanos Musulmanes, Ennhada, toma el gobierno para frenar una revolución antimperialista panárabe popular y progresista.
Ruinas de la ciudad de Hama en 1982 a causa del levantamiento criminal y reaccionario de los fanáticos Hermanos Musulmanes contra el poder, los trabajadores y las minorías religiosas. Hoy estos fanáticos quieren tomarse su venganza por su aplastante derrota a manos del Baas sirio
En Siria los restos de este grupo, apoyado intensamente por la OTAN, Arabia Saudita y Turquía, participa en la contrarrevolución que pretende instalar en el país una tiranía pro imperialista como las de Libia, Arabia Saudita, Kuwait, Jordania, Qatar, Bahrein, Yemen y Emiratos Árabes. Sus manos están sucias con la sangre de miles de patriotas sirios, soldados, policias, baasistas, miembros de las minorías religiosas, obreros y campesinos.
Apoyan a los Hermanos Musulmanes
Es obvio que la CIA ha renovado su vieja alianza con este movimiento para frenar el movimiento árabe revolucionario socialista
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Reproducimos nuestro análisis de hace mas de un año para no olvidar quienes son los criminales Hermanos Musulmanes
junio 30, 2012
Los Hermanos Musulmanes representan los intereses de la burguesía anticomunista, conservadora y contrarrevolucionaria opuesta radicalmente a toda corriente democrática y de progreso en los países árabes. Ultraliberales en lo económico, confunden antisionismo con antijudaismo primario y desde hace décadas colaboran estrechamente con los servicios secretos occidentales para rechazar las Revoluciones árabes emancipadoras. Desde 1950 el imperialismo norteamericano ha fraguado una estrecha alianza con esta agrupación anticomunista. En 1953 el presidente Eisenhower recibe a sus dirigentes oficialmente en la Casa Blanca
Said Ramadan, el mas destacado de todos los jefes de Hermanos Musulmanes se convierte en un agente colaborador de la CIA y del M16 británico que le proveen de medios abundantes para su luchar contra el régimen antimperialista egipcio de Nasser. El agente de la CIA en Munich Bob Dreher es el encargado de dar órdenes y fondos a este reaccionario.
El 23 de octubre de 1954 los Hermanos Musulmanes intentan asesinar a Nasser convertido en el principal oponente árabe a Israel y los EEUU. Al morir Nasser y ser encarcelados sus partidarios por el ala militar pro imperialista de Sadat, los Hermanos Musulmanes se convierten en buenos aliados del nuevo régimen de traición. Eso no impide que integristas salidos de los Hermanos maten a Sadat en rechazo a los acuerdos de Camp David
Bod Dreher, agente de la CIA en Munich, se convierte a través de su relación con Ramadan en virtual jefe de los Hermanos Musulmanes egipcios.
La rama siria de los Hermanos Musulmanes lanza una campaña terrorista contra el régimen baasista progresista. El 16 de junio de 1979 sus terroristas atacan la Escuela Militar de Alepo y asesinan a 83 jóvenes cadetes de religión alauita. Estos terroristas defensores de un islám “puro” atacarán salvajemente a los alauitas a los que consideran herejes durante su rebelión de 1979 a 1982. El 29 de noviembre de 1981 detonan un carro bomba en Damasco causando 200 muertos, siniestro precedente de los crímenes que comete hoy esta misma corriente ultrarreaccionaria con apoyo imperialista. El 2 de febrero de 1981 sus milicias ocupan la ciudad siria de Hama asesinando a decenas de personas. El gobierno sirio aplasta esta rebelión debilitando profundamente a los Hermanos Musulmanes. Por el contrario la dictadura egipcia los apoya hasta fortalecerlos y entregarles la presidencia de la república con el supuesto de su victoria electoral.
Meshaal de Hamas palestino, rama palestina de los Hermanos, se ha convertido en servidor leal del criminal emir de Qatar, feroz agresor de Libia y Siria
El Estado sionista de Israel apoya en Gaza a la rama local de los Hermanos Musulmanes para debilitar la hegemonía de la izquierda palestina, en particular del FPLP. En 1987 Hamas es legalizado por Israel.
Los Hermanos Musulmanes contribuyen a la contrarrevolución en Libia y al derrocamiento y asesinato del líder Gadafi.
En Argelia los militares de derecha que suceden a Huari Bumedian piden la colaboración de religiosos integristas egipcios cercanos a esta agrupación para desmontar la estructura ideológica del socialismo árabe defendido por el FLN. Esta maniobra antipopular conducirá a la guerra civil de los años 90 entre el Frente Islámico de salvación que se lanza al terrorismo, asesinato de militares, nacionalistas y comunistas, y las fuerzas armadas.
En Túnez la rama de los Hermanos Musulmanes, Ennhada, toma el gobierno para frenar una revolución antimperialista panárabe popular y progresista.
Ruinas de la ciudad de Hama en 1982 a causa del levantamiento criminal y reaccionario de los fanáticos Hermanos Musulmanes contra el poder, los trabajadores y las minorías religiosas. Hoy estos fanáticos quieren tomarse su venganza por su aplastante derrota a manos del Baas sirio
En Siria los restos de este grupo, apoyado intensamente por la OTAN, Arabia Saudita y Turquía, participa en la contrarrevolución que pretende instalar en el país una tiranía pro imperialista como las de Libia, Arabia Saudita, Kuwait, Jordania, Qatar, Bahrein, Yemen y Emiratos Árabes. Sus manos están sucias con la sangre de miles de patriotas sirios, soldados, policias, baasistas, miembros de las minorías religiosas, obreros y campesinos.
Apoyan a los Hermanos Musulmanes
Es obvio que la CIA ha renovado su vieja alianza con este movimiento para frenar el movimiento árabe revolucionario socialista
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